El FC Barcelona puso fin a su racha de siete victorias consecutivas (cuatro en LaLiga, tres en la Champions) con una inesperada caída en San Sebastián ante la Real Sociedad (1-0). Al igual que en la única derrota previa en Liga (contra el Osasuna), los culés lidiaron con los errores de los colegiados liderados por Guillermo Cuadra Fernández.
Junto al también madrileño Carlos del Cerro Grande, encargado del VAR en Anoeta, el colegiado de 40 años decidió anular un gol legal de Robert Lewandowski por un fuera de juego inexistente del polaco en el minuto 14. En principio, el gol fue convalidado por el juez de línea, pero el VAR semiautomático consideró que el '9' culé tenía adelantada la punta del botín derecho.
Sin embargo, las imágenes en 3D ratificaron lo que, a simple vista, era evidente. Lewandowski estaba habilitado y el pie que tomó el VAR para justificar el offside era del central marroquí Nayef Aguerd. Además, los errores de la recreación electrónica fueron evidentes en las extremidades de ambos futbolistas.
Después, un gol de Sheraldo Becker en el 33' fue suficiente para dejar al Barça sin puntos en una jornada donde los de Hansi Flick mostraron su peor imagen de la temporada, sin ideas ni profundidad para lastimar a una ordenada zaga donostiarra. En el resto del partido, no hubo más errores claves de los árbitros. Sin embargo, los culés ya habían padecido al juez madrileño en el Osasuna-Barça (4-2).
Cuadra Fernández y el VAR volvieron a perjudicar al Barça
Aquel 28 de septiembre, Valentín Pizarro Gómez fue el encargado del VAR y el Barça fue perjudicado en dos jugadas claras. En la primera parte, el segundo gol del Osasuna, obra de Bryan Zaragoza, llegó precedido de un claro pisotón de Lucas Torró a Pau Víctor.
Ni Cuadra Fernández ni el VAR advirtieron una infracción idéntica a la que le sancionaron a Jules Koundé contra el Rayo, en una jugada que también derivó en un tanto culé, en ese caso anulado por los colegiados.
Sobre el final del duelo disputado en Pamplona, los árbitros también pasaron por alto un claro penalti sobre Lamine Yamal. Abel Bretones empujó al '19' azulgrana dentró del área, pero tanto el principal como el VAR consideraron que el contacto no era punible. El Barça acabó cayendo por 4-2, en una jornada marcada por las rotaciones fallidas de Hansi Flick, pero también por los fallos arbitrales.