Algo salió mal. El protocolo de seguridad del Mallorca-Barça falló, y un joven aficionado lo aprovechó para colarse en el estadio e interrumpir el Mallorca-Barça en el minuto 54 de juego, saltando al campo sin mascarilla y acercándose a algunos de los jugadores. Vestido con el '10' de Leo Messi y la camiseta de Argentina, el espontáneo puso en riesgo a los jugadores y a todo aquél con quien se cruzó en su camino.
El Real Mallorca había informado previamente que habían entrado 170 personas (equipos incluidos) al estadio de Son Moix, y que se cerraron los accesos para que no entrase nadie más antes ni durante el partido. Llamaron la atención los ‘nuevos’ banquillos, bastante más separados por seguridad. Pero hubo un aficionado que se coló, eso está claro, después de lo acontecido en el segundo tiempo del partido.
La realización televisiva tan sólo llegó a captar el momento en que entraba en el campo. El espontáneo se lanzó corriendo a por Messi, pero el jefe de seguridad del Barça, Rafa Soldado, estuvo rápido y lo frenó. Antes, eso sí, el polizón aún tuvo tiempo de hacerse una foto con Jordi Alba y todo ello sin mascarilla, poniendo en riesgo la seguridad del de L'Hospitalet y, por ende, la de todos los presentes.
Los protocolos de LaLiga y la seguridad del Mallorca, por tanto, quedaron en evidencia y queda claro que, de cara a las próximas jornadas, no se puede dejar ni un resquicio en la seguridad que pueda ser aprovechado por 'Jimmy Jumps' como el de Palma.
Un altercado que no puede repetirse
Aunque todo quedó en una anécdota, nadie asegura a día de hoy que esa persona no fuera portadora del coronavirus. ¿Y si hubiese entrado armado? Es complicado tenerlo todo siempre controlado, pero precisamente en estos tiempos que corren la seguridad en los estadios -y en el resto de lugares de espectáculo público- es más importante que nunca.
Lo ocurrido este sábado deberá servir, por tanto, de toque de atención para la seguridad del Mallorca y especialmente para LaLiga, obligada a fortalecer aún más sus protocolos para que algo así no se repita en los próximos encuentros. De lo contrario, se correrían unos riesgos que nadie puede permitirse si se desea terminar el campeonato en las fechas previstas, a finales de julio.