La mayor debilidad del Barcelona ha sido el tener que combatir a los equipos grandes, la única excepción ha sido el partido que ganaron contra la Juventus. De resto, han tenido resultados decepcionantes, entre ellos los partidos frente al Atlético, Juve, Real Madrid, PSG y el propio Sevilla en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.
Sin embargo, la última victoria que obtuvieron ante el Sevilla el pasado 27 de febrero (0-2), demuestra que el Barcelona puede hacerse grande contra equipos de peso. En ese partido, el combinado catalán jugó el que podría ser su mejor partido en lo que la de la temporada actual de LaLiga, partido en el que llevaron la pauta desde el principio.
Es cierto que se criticó la actitud de los jugadores durante los partidos con el Cádiz y el Elche, y con razón. Contra el Cádiz le pusieron en bandeja de plata al rival un empate que casi los deja fuera de la competición, y contra el Elche hicieron un primer tiempo fatal que compensaron con el segundo tiempo donde anotaron los tres goles de la victoria.
Sin embargo, en el partido contra el Sevilla todos los jugadores de la escuadra catalana hicieron un partido excelente. La mejor prueba fue la presión que hicieron durante toda la cita al choque sobre la salida del balón del rival.
En la primera mitad del partido, se adelantaron en el marcador con un gol anotado por Dembélé y en la reanudación pudieron sentenciar mucho antes con ocasiones muy claras para Jordi Alba y Dest, quien estrelló un balón con uno de los palos de la portería, también Lenglet y el propio Messi. Fue un partido que puede servir como un “antes y después”.
Otros factores
Koeman tuvo mucho que ver en el triunfo debido al sistema que preparó para el referido partido. Jugó con tres centrales, dos carrileros y muchos espacios arriba donde Messi y Dembélé fueron capaces de atacar al Sevilla con relativa comodidad. Con las líneas más juntas y más pobladas, la presión fue más sencilla. Otro detalle, es la petición que el holandés les hizo a los jugadores antes de salir al césped y que incidió en el estado anímico de los jugadores: “Hay que salir a morder desde el minuto uno … Tenemos que ser muy agresivos", dijo.
Otro punto a destacar es la mejor versión que se ha visto en mucho tiempo del central español, Gerard Piqué, quien en los primeros cinco minutos ya había sacado tres balones por arriba, algo que ya presagiaba su gran actuación. No hay duda que las mejores actuaciones de Piqué en la defensa serán indispensables para que el combinado catalán pueda ganar más partidos.