El Atlético goleó a un Sporting con Douglas de titular (5-0)

El Atlético de Madrid también avisa al FC Barcelona antes de enfrentarse a ellos el próximo miércoles tras golear por cinco a cero al Sporting de Gijón. Los rojiblancos jugaron, nunca mejor dicho, con su rival a lo que quisieron e incluso pudieron hacer más sangre de estos en la cuarta jornada de LaLiga 2016-2017. Y es que los del "pitu" Abelardo ni se enteraron de qué iba la fiesta pues en el minuto cinco ya perdían por dos tantos a cero.

Antoine Griezmann y Kevin Gameiro marcaban merced a dos ataques rapidísimos que rompieron la defensa asturiana en los primeros compases. Griezmann, que daría todo un recital, volvía a ser imprescindible para aprovechar un grave error defensivo del Sporting en la salida de pelota para plantarse ante Cuellar y batirlo sin problemas. Tres minutos después fue Gameiro, quien por fin veia puerta, sin ser de penalti, y la clavaba en la escuadra de un "Pichu" que no daba crédito.

Entonces el guión del partido cambiaba y el Atlético de Madrid podía regalarle al Vicente Calderón una exhibición de todos sus hombres. Algunos como Koke y Saúl se gustaban en el medio y gestaban el que minutos después sería el tercer tanto, segundo en la cuenta personal de Griezmann. El internacional francés se encontraba con un balón en la frontal del área para disparar seco y ajustado al palo derecho de Cuellar. 

A los rojiblancos incluso les anulaban un gol legal por supuesto fuera de juego que no era de Gameiro tras asistencia de Luis Filipe. Tras eso acabó el primer tiempo y a Abelardo le tocaba cambiar cosas. Una de ellas fue quitar a Douglas Pereira del extremo derecho al lateral. El brasileño cedido por el FC Barcelona jugó los noventa minutos pero no se le pudo ver mucho dado el demoledor partido de los locales. Y es que en el segundo tiempo cayeron dos tantos más a través de Fernando Torres, que sustituía a Griezmann. El "niño" aprovechaba pirmero el pase de la muerte de Correa y después transformaba un penalti claro de Lillo a Gaitán para cerrar el partido. Mandando, con ello, un mensaje al Barça: cuidado con nosotros.