El FC Barcelona no mostró, durante el primer tiempo ante el RCD Espanyol, la gran versión con la que hundió al Villarreal hace unos días en el Estadio de la Cerámica. Los culés se encontraron con un rival muy encerrado atrás, con cinco defensas y un centro del campo poblado, y que impidió que los de Quique Setién tuvieran fluidez cuando intentaban acercarse al área de Diego López.
Y no sólo eso. Y es que los 'pericos' aprovecharon muy bien sus salidas al contragolpe, inquietando notablemente a Ter Stegen y quedándose a punto de perforar la portería azulgrana en varias ocasiones. Adrián Embarba la tuvo en el minuto 10 de partido, con un disparo raso y cruzado que el guardameta alemán del Barcelona logró desviar a córner, en una de sus tradicionales paradas de balonmano.
El Espanyol empezaba a dejar claro que no venía al Camp Nou de luto, sino a dejarse la piel para agotar las posibilidades de quedarse en Primera logrando una victoria en el santuario culé. Una misión casi imposible según los expertos, pero que pareció más cerca a medida que pasaron los minutos. El Barcelona dispuso de algún acercamiento peligroso pero no concretó el último pase, mientras que los blanquiazules sí lo hicieron.
Los 'pericos' protagonizaron una ocasión clarísima tras una internada de Dídac por la izquierda, a falta de pocos minutos para el término del primer tiempo. Dídac centró hacia Embarba, pero Lenglet desvió el balón y poco le faltó para introducirlo en su propia puerta. Ter Stegen estuvo atento y repelió el esférico, que acabó de nuevo en las botas de Dídac tras un pase rápido de David López.
El carrilero del Espanyol disparó raso y con el interior, y el balón fue cogiendo rosca hasta pegar en la cepa del palo. Salió despedido a saque de puerta y los delanteros blanquiazules se llevaron las manos a la cabeza, conscientes de que acababan de desaprovechar una oportunidad que podría resultar clave de cara al desenlace del compromiso.
Pocos acercamientos del FC Barcelona
El FC Barcelona, más allá de un disparo de falta de Messi que se fue rozando el travesaño, no dispuso de demasiadas oportunidades claras para desestabilizar el electrónico. La profundidad y verticalidad que encontró el Barça en Villarreal brilló por su ausencia ante el Espanyol este miércoles. Al menos, así fue durante los primeros 45 minutos de juego en el Camp Nou.