No puede decirse que el FC Barcelona empezara descentrado el 'derbi' de este sábado contra el RCD Espanyol, pero por mucho que hayamos cambiado de año hay aspectos que siguen siendo el santo y seña del conjunto culé esta temporada 2019-20. Y es que, una vez más fuera de casa, los de Valverde empezaron perdiendo merced al gol de cabeza de David López, anotado antes de la media hora de encuentro (23').
El defensor 'perico' se aprovechó de la pasividad defensiva del FC Barcelona en una jugada a balón parado para superar a sus marcajes, Frenkie de Jong y Luis Suárez, y peinar un balón perfecto para enviarlo al fondo de las mallas, sin que Neto Murara pudiese hacer demasiado. Una vez más esta campaña, y ya son muchas, el equipo azulgrana se mostró vulnerable en el juego aéreo y, en concreto, en las jugadas a balón parado.
Tiene mérito para el Espanyol, teniendo en cuenta que empezó el partido siendo el equipo que anotaba menos goles en campo local en esta Liga, y el que más encajaba. Sin embargo, y como viene siendo costumbre desde hace tiempo, los blanquiazules se pusieron una máscara de competitividad ante su eterno rival y la extramotivación les sirvió para adelantarse en el electrónico.
Y no sólo eso, puesto que en los minutos finales del partido otro jugador local, Wu Lei, hizo enloquecer a los aficionados en Cornellá al anotar el gol del empate definitivo entre ambos equipos, después de que el FC Barcelona hubiese remontado gracias a las dianas de Luis Suárez y Arturo Vidal.
Ahora que ha llegado 2020 -y con él lo harán las fechas más decisivas del curso-, conviene que el FC Barcelona comience a trabajar mejor este tipo de aspectos en los entrenamientos, a fin de no recibir tantos goles de forma parecida y ser penalizado en la lucha por los puntos, sobre todo en los duelos que se juegan fuera de casa ante equipos cuya afición apreta de inicio a fin.
Las debilidades del Barça ya no sorprenden a nadie
A lo largo de la primera mitad el FC Barcelona se hizo con el control de la posesión, pero ésta fue estéril ante el muro defensivo de los locales. El Barça no encontró la profundidad necesaria como para tener ocasiones claras de gol, ni antes de la diana espanyolista ni después.
Del Cerro Grande pitó el fin de los primeros 45 minutos con un Barça que fue de más a menos, y que se marchó a los vestuarios con rostros de preocupación entre sus jugadores y el 'Txingurri'. No era para menos. Si se quiere luchar por los títulos esta temporada, y por una Liga que el Real Madrid tiene entre ceja y ceja, habrá que mejorar ciertas debilidades para evitar, por todos los medios, que se conviertan en crónicas.