GOLEADA INCONTESTABLE DEL MADRID
Festival del Real Madrid ante un Villarreal 'noqueado' (4-1)
Publicación:17/12/2023 - 22:57h
Actualización:17/12/2023 - 23:00h
El Real Madrid se despide del Santiago Bernabéu en este 2023 con una goleada incontestable frente al Villarreal (4-1). Los de Carlo Ancelotti se han gustado y explotado su poderío ofensivo para quedarse a ocho puntos del FC Barcelona
El Real Madrid 'hunde' al FC Barcelona en la clasificación de LaLiga. Han ganado, con más solvencia de lo esperado, ante un Villarreal que se había convertido en el último equipo en ganar en el Santiago Bernabéu, en abril del año pasado (2-3). Los goles de Jude Bellingham, el de siempre, Rodrygo Goes, Brahim Díaz y Luka Modric iluminaron al equipo de Chamartín en una noche en la que 'lloran' a David Alaba por una lesión en la rodilla que puede ser grave.
Los de Carlo Ancelotti han vivido un partido tranquilo en el que se han sentido dominadores y lo han trasladado al campo. En la Ciudad Condal es una muy mala noticia, porque el liderato está cada vez más lejos y, pese a que solo estamos en diciembre, una remontada parece complicada. La diferencia, en la previa del choque entre Girona y Deportivo Alavés, es de siete puntos... Y en la Ciudad Condal las alarmas están encendidas.
Partido inmaculado del Real Madrid
En cuaquier caso, el triunfo madridista ha sido de autoridad. El entrenador de Reggiolo ha dado oportunidades a Lunin, en la portería, y Brahim Díaz en el ataque. Ancelotti está aprovechando a sus piezas y rotándolas como mejor puede. El plan le salió de maravillas, porque su equipo merodeó el área de Jorgensen. La tocaban de un lado a otro, sin oposición, ante un 'submarino amarillo' que sufría para superar la presión de los madridistas. Brahim fue el que dio el primer aviso con un remate despejado por el meta y, tras intentos de Rodrygo y Luka Modric, el gol que abrió el marcador no tardó en llegar.
Precisamente el croata fue quien señaló el camino, con un centro ideal para que Jude Bellingham, quién si no, rematara de cabeza para clavarla en lo más profundo de la red y sumar su gol número 13 en lo que va de LaLiga. No cambió la historia, porque el Madrid estaba cómodo con el balón y el Villarreal tuvo muchos problemas para cobextar con los de arriba. Y por ello, tras la lesión de David Alaba y poco antes del descanso, el '11' puso tierra de por medio en el marcador.
Eso sí, con mucho suspenso. Y es que, tras un saque de esquina de Modric, Rüdiger tocó con Lucas para que le enviara el balón. Rodrygo definió cruzado y mandó el balón directo a la portería de Jorgensen, pero se produjeron protestas por un posible fuera de juego. El internacional con Brasil estaba en posición reglamentaria y el tercero pudo llegar poco después, pero Mandi salvó 'in extremis' un remate de Goes tras un buen pase de Bellingham.
Del susto a la goleada en Chamartín
La noche parecía tranquila para los de Carlo Ancelotti, sobre todo porque en la reanudación el monólogo siguió siendo el mismo. Sin embargo, el 'Comandante' José Luis Morales amargó la fiesta diez minutos después de que comenzara la segunda parte, tras unos cuantos acercamientos de los madrileños. Y es que el delantero recibió el balón entre Rüdiger y Nacho para plantarse en el área y mandar un remate directo al primer palo que estuvo a punto de 'repeler' con su bota Lunin, pero sin acierto.
La buena noticia para el Madrid es que la calma no tardó en volver. Y la goleada llegó a Chamartín tan rápido como la carrera de Brahim Díaz, que recortó a Mandi, condujo a placer, recortó dos veces a Cuenca dentro del área y mandó un remate potentísimo para batir a Jorgensen por debajo. El malagueño, que ha ganado mucha confianza en estas últimas semanas, confirmó el gran estado de forma de un Madrid que, cuando sintió la presión en el marcador, fue cuando mejor jugó. Y así llegó el cuarto.
Capoue perdió el balón en un pase atrás para que Rodrygo robara y se metiera en la cocina. Cayó derribado en el área en una acción que iba a ser señalada como penalti, pero dio ventaja porque Luka Modric se hizo con el balón y, con su pierna menos hábil, mandó un remate de primeras para poner el cuarto en el marcador y reivindicarse después del penalti que había fallado hace tan solo unos días pero, sobre todo, para que el Santiago Bernabéu se rindiera una vez más a sus pies.