El indignante historial de 'robos' arbitrales al FC Barcelona en lo que va de Liga

El FC Barcelona no podía fallar ante el Alavés, y cumplió con su cometido venciendo a los vascos por 1-3. Los de Xavi desplegaron un juego convincente, con un once diferente que sirvió para apuntarse su segunda victoria consecutiva en Liga. No obstante, una vez más, el arbitraje volvió a 'manchar' un partido de los azulgranas. Una injusta expulsión a Vitor Roque ha sido el último fallo arbitral que ha sufrido el Barça, pero no el primero. Y es que en la competición liguera, el conjunto azulgrana es uno de los que más puntos ha perdido por decisiones arbitrales, un factor que está condicionando seriamente su posición en la tabla esta temporada. Estos son algunos de lo errores que están pasando factura en Liga:

Penalti 'robado' en Getafe

Para recordar el primer fallo arbitral que afectó al equipo azulgrana, hay que remontarnos a la primera jornada ante el Getafe (0-0), donde el árbitro Soto grado no pitó un claro penalti a Araujo en el 101'. El colegiado acudió al VAR y, pese a que las imágenes evidenciaban el contacto en el área, el riojano sorprendió a todos sancionando manos involuntarias de Gavi. Y es que tan solo arrancando el campeonato, ya se pudo ver lo que sería el pan de cada día en la competición. El partido acabó en empate a 0, y el Barça perdía sus primeros puntos nada más arrancar motores.

Fuera de juego inexistente de Ferran Torres en Granada

Otro error garrafal fue el del Granada-Barça, donde otra vez Soto Grado anuló un gol a Joao Félix por un fuera de juego de Ferran Torres, que ni siquiera intervino en la jugada. En el minuto 93, Cancelo puso un balón en el corazón del área que Félix empujó hacia la red. El árbitro anuló la jugada al entender que 'el tiburón' interfirió para rematar el balón colgado, aunque las imágenes muestran que el balón pasó muy por encima de Torres. Xavi no se lo podía creer y en el post partido declaró: “¿A quién interfiere Ferran? Nos ha salido otra vez cruz". El partido también acabó en empate, otra victoria más que el arbitraje arrebató a los culés.

Penalti no pitado de Tchouameni a Araújo

Quizás el error más importante fue el del partido ante el Real Madrid. Tchouameni agarró con las dos manos a Araújo dentro del área, impidiendo que el 'charrúa' saltara. En este caso, Gil Manzano pasó completamente por alto la acción y el VAR tampoco intervino. De haberse pitado el penalti y haberlo materializado, los azulgranas se hubieran ido con un 2-0 al descanso y el ritmo del partido y el consecuente resultado, hubieran sido diferentes. El encuentro tuvo un resultado de 1-2 a favor de los merengues, rival directo en la lucha por el título.

Dos penaltis sin pitar en Vallecas

Un mes después desde el encuentro ante los blancos, sería contra otro equipo madrileño que el Barça se vería perjudicado por el arbitraje. En la visita al campo del Rayo Vallecano, Munuera Montero no pitó dos claros penaltis: un derribo estrepitoso de Lejeune a Lewandowski en el área, digno de artes marciales, y una patada de Espino a Raphinha en el 93, también dentro del área. El encuentro acabó con un 1-1 y el Barça perdió tres puntos muy importantes, que sumados a todos los anteriores, explican un poco su posición en la tabla.

Vergonzosa expulsión a Vitor Roque

Ahora, el perjudicado ha sido Víctor Roque, que ha recibido una doble amarilla tras una acción con Rafa Marín en la que apenas existe contacto punible. El carioca llegó tarde, pero apartó el pie a tiempo para evitar la falta. No obstante, para Munuera Montero fue suficiente como para expulsar al Tigrinho y sumar un caso más a la lista de incongruencias arbitrales de la Liga.

Quizás el Barça no pasa por su mejor momento en cuanto a juego, pero tampoco está teniendo suerte con las decisiones arbitrales. De no ser por ello, el equipo no estaría tan descolgado de la lucha por el título y la situación en la Ciudad Condal sería muy diferente. No obstante, la plantilla tiene que seguir remando en búsqueda de buenos resultados en las competiciones en las que sigue vivo, aunque a veces el error de un colegiado puede decantarlo todo.