El FC Barcelona no pudo defender su invicto y el paso perfecto como local en Montjuïc ante el Real Madrid (1-2), un encuentro en el que Iñigo Martínez se mantuvo en el once. Por tercer partido consecutivo, el vasco se coló en la alineación de Xavi Hernández, a quien ha convencido a base de trabajo y disciplina, además de verse favorecido por la plaga de lesiones en la plantilla culé.
Ante la ausencia de Jules Koundé, Xavi le puso como segundo central ante junto a Andreas Christensen y el vasco cumplió con creces. El de Ondarroa demostró seguridad en los cortes, criterio para sacar el balón e, incluso, pudo marcar de cabeza en el comienzo de la segunda parte, pero el poste repelió su remate y, para el colmo de la mala fortuna culé, Kepa bloqueó el remate posterior de Ronald Araújo tras el rebote en el travesaño.
Iñigo, optimista sobre el futuro del Barça en LaLiga
"Merecimos más. Es una pena que hoy no hayamos podido sacar los tres puntos en casa. Este es el camino que debemos seguir y todavía queda mucho camino por recorrer. Seguimos fuertes, gracias por el 'apoyar' a los culés", dijo el defensor de 32 años tras el partido. Iñigo jugó los 90 minutos por segunda jornada consecutiva, ya que también lo había hecho el domingo ante su ex equipo, el Athletic de Bilbao.
Más allá de no haber podido reaccionar a tiempo ante el desvío de Luka Modric que propició el segundo gol de Jude Bellingham en el 90+2', Martínez tuvo una actuación muy completa con 84 pases acertados (89.2 % de eficacia), un remate al poste y sin faltas cometidas. Al final, el de Ondarroa sigue demostrando que puede ser muy útil para las rotaciones de Xavi, más allá de que el inminente regreso de Koundé le devolverá al banquillo.