El Barça empieza a ver la luz en la competición liguera y por fin le sale algo bien. Los resultados de la jornada 23 de LaLiga han favorecido gratamente al FC Barcelona, que ha visto cómo sus rivales directos (Real Madrid, Atlético de Madrid y Girona) 'pinchaban' en sus compromisos y permitían a los de Xavi recortar distancias en la lucha por el título.

El derbi madrileño salió de 'perlas' para los de la Ciudad Condal, ya que ambos equipos acabaron empatando el partido con un resultado de 1-1. Los blancos tenían la faena prácticamente hecha, pero en el 93 (casualidades del deporte), Marcos Llorente puso las tablas en el marcador con un remate de cabeza en el último suspiro del partido. Fue un partido plagado de polémicas, donde a los colchoneros les anularon un gol y los de Ancelotti llegaron a reclamar hasta 3 penaltis.

Por otro lado, el Girona también sacó un punto de su encuentro ante la Real Sociedad, en un partido también cargado de controversia y de decisiones arbitrales 'dispares'. El equipo de Montilivi lo intentó por activa y por pasiva pero el balón no quiso entrar y los vascos jugaron sus cartas a la perfección, cerrando el partido con un resultado de 0-0. Dos tarjetas amarillas a Blind y a Yangel Herrera impedirán que puedan jugar en su próximo encuentro ante el Real Madrid, y Míchel tampoco podrá estar porque acabó el encuentro expulsado por protestar.

El Barça, dispuesto a creer

Así, el Barça cierra una jornada con muy buenas sensaciones y con la puerta abierta a 'soñar'. Los azulgranas son los terceros clasificados con 50 puntos, seguidos de cerca por el Atlético con 48. El Girona es segundo con 56 puntos y los blancos lideran la tabla con 58. Los culés recortan distancias con la cima y tendrán que hacer bueno el esfuerzo con otra victoria ante el Granada si quieren seguir en su senda hacia la 'gloria'.

Además, la próxima jornada de la competición albergará un partido sumamente importante para el devenir de la liga, puesto que Girona y Madrid se verán las caras por segunda vez esta temporada. Un empate sería el resultado perfecto para los de Barcelona, pero pase lo que pase en ese partido, el equipo culé tiene que seguir con la buena dinámica y dejar atrás las dudas que ha generado en la primera mitad del curso.