Parece mentira, pero cuando menos te lo esperas y crees que no puede pasar, el Real Madrid vuelve a ser ayudado, por enésima vez, por los colegiados en LaLiga Santander. Un torneo manchado por las ayudas arbitrales al equipo de Zinedine Zidane que en esta ocasión se han llevado por delante al Celta de Vigo.
Todo comenzó con Martínez Munuera haciendo de las suyas en el primer tiempo. El Celta tenía una importante ocasión por el extremo zurdo. Allí aparecía Iago Aspas, encimando a la defensa merengue. El delantero sacó un centro peligroso que Raphael Varane despejó claramente con las manos.
El balón iba dentro del área donde esperaba Guidetti con la caña, pero nunca acabó en sus botas. El defensa francés, cerca del área, evitaba con las extremidades que así fuera. Y lo que debía haber sido señalado como falta y amonestación para el zaguero, se convirtió en amarilla para Iago Aspas por protestar. No se lo podía creer el canterano celtiña.
La amarilla le costó la expulsión a Iago Aspas
Una situación surrealista que, además, en el segundo tiempo le costaría mucho más caro por otro robo descomunal a favor del Madrid. Y es que en esta ocasión era Sergio Ramos el que le hacía un clamoroso penalti. Pero el árbitro, en lugar de señalar la infracción, ¡Le enseñaba amarilla a Aspas! Segunda amonestación y a la calle. Vamos, lo de siempre esta temporada en una corrupta Liga Santander.