El FC Barcelona y el Sevilla rompieron relaciones instituciones tras la decisión del conjunto andaluz de 'pasar' del protocolo establecido en la previa del partido perteneciente a la jornada 8 de LaLiga. La directiva presidida por Pepe Castro comunicó horas antes del choque en Montjuïc que no acudiría al tradicional almuerzo entre mandatarios ni tampoco enviaría representantes del club al palco del Estadio Olímpico Lluís Companys, decisión que encontró la rápida respuesta de Joan Laporta.
En ese sentido, el diario 'SPORT' ha filtrado los detalles de una charla teléfonica entre Laporta y Castro en la cual el mandatario culé expresó su molestia y decepción por la postura de un Sevilla que condena al Barça por el 'caso Negreira' cuando el conflicto está aún lejos de resolverse y el club ni siquiera ha sido juzgado. Para Laporta, el Sevilla ha irrespetado la presunción de inocencia, algo inaceptable en este tipo de circunstancias.
La postura oficial del Barça tras el plante del Sevilla
Después de la charla entre Laporta y Pepe Castro, la directiva culé emitió un comunicado coordinado por Álex Santos, director de comunicación, Jordi Finestres, miembro del gabinete de presidencia y Pere Lluís Mellado, director del área legal del club, donde se defines a la postura del Sevilla como "un ataque contra la institución catalana y una ofensa inaceptable".
"El denominado 'Caso Negreira' no puede servir de excusa para tales actuaciones, ya que el procedimiento judicial se encuentra en una fase de instrucción muy prematura y el posicionamiento del Sevilla FC claramente prejuzga unos hechos que, en ningún caso y en ninguna de sus preliminares e hipotéticas tipificaciones, están acreditados", expone el comunicado del Barça.
El Barça insta al Sevilla a rectificar su postura
Finalmente, el comunicado blaugrana dejó claro que, hasta tanto el conjunto andaluz no rectifique públicamente su actual posicionamiento, las relaciones institucionales entre clubes quedan rotas. La directiva del Sevilla si estuvo el viernes en Montjuïc, pero no al palco, sino a una tribuna del Estadio Olímpico. Solo un invitado del club, quien no estaba al tanto del conflicto, estuvo en el palco con una insignia sevillana en la solapa.