Pese a las lesiones de Samuel Umtiti y Leo Messi, dos hombres normalmente titulares en las alineaciones del FC Barcelona, Luis Enrique es capaz esta temporada de sacar igualmente onces competitivos y a la vez reservar a jugadores importantes como Ivan Rakitic, Andrés Iniesta y Jordi Alba, cosa que hizo este sábado contra el Sporting de Gijón en El Molinón.
El FC Barcelona se había caracterizado en las dos últimas temporadas por tener una plantilla corta, con un once de gala que posiblemente sea el mejor del mundo, pero con un banquillo que hasta hace poco no era digno del Barça y generaba una descompensación de calidad con respecto a los jugadores teóricamente titulares del vestuario.
Ahora, con la venta y fichaje de algunos futbolistas, el FC Barcelona ha transformado lo que era un once de lujo en una plantilla de gala, dado que sin contar a los titulares habituales pueden formarse también alineaciones de plenas garantías para competir al máximo nivel.
Lucas Digne, Mathieu, Arda Turan, Rafinha y André Gomes fueron las principales novedades en el once del Barça este sábado, mientras que en el banquillo se quedaron los "titulares" anteriormente mencionados más otros jugadores de calidad como Mascherano, Cillessen, Paco Alcácer o Denis Suárez, estos tres últimos incorporados durante el verano.
Se piensa en el presente mientras se coloca un ojo en el futuro, reforzando posiciones con jugadores que crecerán exponencialmente durante los próximos meses siempre y cuando dispongan de los minutos necesarios para ello.
Por eso, aunque al principio de la temporada puedan darse partidos como el del Alavés, lo cierto es que, cuando todos los nuevos miembros de la plantilla se acoplen al juego del equipo y tengan minutos de manera progresiva, el Barça puede crecer mucho a medio plazo esta campaña 2016-17. El objetivo, como siempre, serán los títulos.