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Los jugadores del Madrid y Atlético en el derbi

Gila Marín no fue suficiente

El Real Madrid se deja media Liga ante el Atlético en un derbi con mucha polémica (1-1)

Publicación:25/02/2023 - 20:26h

Actualización:26/02/2023 - 00:20h

LaLiga es cada vez más azulgrana. El 'pinchazo' del Real Madrid, contra el Atlético, deja el camino más despejado para el FC Barcelona, que puede marcar un punto de inflexión si gana en Almería

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Cuatro días después de asaltar Anfield en una noche histórica, el Real Madrid se ve contra las cuerdas en LaLiga. Los de Carlo Ancelotti, con muchos cambios, han sufrido una tarde complicada contra el Atlético de Madrid, pero no han pasado del empate a pesar de que jugaron con superioridad de jugadores en gran parte del partido. El FC Barcelona tiene una oportunidad de oro para aumentar la ventaja en la clasificación.

No es un secreto para nadie que un derbi madrileño siempre es sinónimo de guerra y 'sangre', porque la rivalidad entre el Real Madrid y Atlético de Madrid es una de las más grandes no solo en España, sino en todo el mundo. En el Santiago Bernabéu, por las exigencias en la clasificación, se presentaba un partido con muchas chispas. Las expectativas, de cierto modo, no se han cumplido por completo. 

En el comienzo del partido, el respeto entre ambos equipos ha sido máximo, sin nada que ver con el que disputaron en el Cívitas Metropolitano el año pasado. El Atlético comenzó presionando más arriba y merodeando el área rival, pero muy pronto el Madrid comenzó a dominar y sentirse mucho más cómodo con y sin balón en todos los sectores del campo. 

El dominio, sin embargo, no se tradujo en ocasiones claras. Ambos equipos estaban teniendo muy poco acierto de cara al área rival y fallaron, en varias ocasiones, en el último pase. Sobre todo los de Carlo Ancelotti. Asensio fue el primero en probar con un remate lejano que cazó Oblak y después fue Benzema quien insistió con un disparo, forzado, desde el punto penalti que se le marchó muy fuera. 

A los dos equipos le faltaba subir una marcha extra y no había intenciones de ponerla, al menos en la primera parte. Los colchoneros tuvieron su oportunidad con un remate de Carrasco desde el balcón del área que desvió Courtois o una de Giménez, con un centro, que no encontró rematador. 

La interveción de Gil Manzano

En la reanudación, el Madrid comenzó insistiendo más cerca del área de Oblak, dirigidos por un Vinicius que, si bien no estaba tan 'picante' como en Anfield, fue el más participativo en ataque. De hecho, propició una ocasión clarísima después de apurar a línea de fondo para la llegada de Benzema, pero falló en el golpeo. 

El atasco era evidente, para ambos equipos, que no querían forzar ni arriesgar de más. El Atlético aprovechó para adelantar líneas y se acercó dos veces al gol. En la primera, Valverde se vistió de héroe para evitar el remate de Griezmann, pero poco después el francés mandó un disparo desde el balcón del área de Courtois que se marchó muy cerca del palo. 

La polémica, después, hizo acto de presencia en el Santiago Bernabéu. Correa firmó un codazo sobre Antonio Rudiger y vio la cartulina roja, a pesar de que el contacto no había sido tan fuerte. A pesar de las protestas de los 'colchoneros', Gil Manzano no dudó en mandarlo a la calle. El Real Madrid, con superioridad numérica, siguió sin encontrar el camino al gol en los minutos posteriores. 

La sorpresa del Atleti y reacción de Álvaro

A pesar de que el Atlético estaba con diez, fueron los que propusieron mñas e inquietaron a los madridistas. Tanto así que, a falta de doce minutos para el final, una falta lateral lanzada por Antoine Griezmann acabó siendo rematada por Giménez de cabeza. El balon tocó en el poste para terminar colándose en la portería de Courtois. 

Fue un gran golpe para el Madrid, que en ningún esenario se planteaba ir por detrás en el marcador cuando jugaban con uno más. No obstante, apareció un invitado inesperado: Álvaro Rodríguez, quien entró al campo para anotar su primer gol con el primer equipo madridista. Tras un córner, el canterano cabeceó de forma inapelable para firmar el empate y evitar la caída de los suyos.