¿Puede que estemos ante uno de los penaltis más rigurosos de la temporada? Viendo las imágenes, es posible. Y es que justo después de que se cumpliera la hora de partido entre FC Barcelona y Atlético de Madrid, el árbitro Hernández Hernández no dudó a la hora de señalar un rigurosísimo penalti de Semedo sobre Carrasco, que Saúl Ñíguez se encargó de enviar al fondo de la portería de Ter Stegen para poner el 2-2 en el marcador.
El atacante belga había ganado la posición a Semedo y el portugués, llegando desde atrás, rozó ligeramente (más que eso) con la rodilla el pie del jugador 'colchonero'. Esto provocó que Carrasco acabase tropezando con su otra pierna y cayendo al suelo, en una acción aparatosa que el colegiado entendió que era penalti, y que Mateu Lahoz, desde el VAR, también vio así.
La cuestión es que la pena máxima se acabó lanzando, y Ter Stegen estuvo a punto de evitar el gol. El portero alemán adivinó las intenciones de Saúl Ñíguez y se tiró hacia el lado correcto, llegando a tocar el balón. Sin embargo, le faltó poner la mano algo más fuerte. La pelota tocó en el palo y acabó entrando, provocando el nuevo empate del Atlético de Madrid.
Un empate injusto, dado que el FC Barcelona había sido mejor que el conjunto 'colchonero' y había llevado la iniciativa durante casi todo el partido, probando a Oblak y generando jugadas peligrosas. Le faltó algo más de inspiración y de puntería, además de cierta solvencia atrás que parece haberse perdido en los dos últimos compromisos, en comparación a los duelos anteriores.
Enfado en el FC Barcelona
Los de Quique Setién tienen motivos para estar enfadados con el arbitraje (muy riguroso con el Barça y no tanto con otros equipos), pero también consigo mismos por no aprovechar del todo las ocasiones que se le brindan. Y es que el equipo culé jugó a un gran nivel de rendimiento este martes, como también lo hizo hace unos días en Balaídos, y a pesar de ello no pudo llevarse sendos triunfos.
Semedo, además, deberá reflexionar acerca del caos que provoca en algunos partidos con sus subidas constantes. Este martes, ofreció una de cal y otra de arena al provocar un penalti y cometer otro, más allá de que el segundo fuera más que dudoso. Toca hacer autocrítica y, de cara a los próximos partidos, seguir adelante con el optimismo por bandera. Nadie asegura que el Real Madrid no pueda sufrir algún 'pinchazo' inesperado...