Diego Costa sigue confirmando que el Camp Nou no es un estadio que se le dé demasiado bien. Si la pasada temporada se marchó expulsado a los 28 minutos tras insultar al árbitro y ver la cartulina roja, en esta ocasión tardó apenas 12 minutos en marcar en su propia portería, rematando sin querer un centro de Leo Messi, de córner, al fondo de la meta de Jan Oblak.
Se trata del primer gol en propia meta que anota en toda su carrera, y para colmo vino precedido de otra acción desafortunada para el hispano-brasileño. Porque, apenas unos minutos después, Carrasco provocó un penalti y Diego Costa cogió el balón para lanzar la pena máxima. Sus compañeros lo aceptaron, al creer que así el delantero podría redimirse y jugar con más confianza el resto de minutos.
Nada más lejos de la realidad. Ter Stegen adivinó la dirección del disparo y atajó el balón, provocando la desesperación de un Diego Costa que tan sólo obtuvo el consuelo de saber que el lanzamiento iba a repetirse. En esta ocasión, tiró de cordura y aceptó que no era su noche, cediendo el balón a Saúl Ñíguez para que el español, en la segunda tentativa rojiblanca, enviase el balón al fondo de las mallas.
Diego Costa, por tanto, se marchó del Camp Nou este martes con un gol en propia y un penalti fallado, mientras que el curso pasado se fue a los 28 minutos con una expulsión y varios partidos de sanción por insultar al colegiado. No, jugar en el Camp Nou no es lo suyo, y esta temporada tampoco puede decirse que esté rindiendo a las mil maravillas con el equipo del 'Cholo' Simeone.
El Atlético ya no vive solo de Diego Costa
A sus 31 años, el de Lagarto todavía esconde fútbol en las botas, pero anda falto de confianza no sólo por la sequía goleadora en líneas generales, sino también por un rosario de lesiones que le ha mermado físicamente y le impide ir a por todas y 'guerrear' durante los noventa minutos, como hacía antes.
Por suerte para Simeone, dispone de otros recurso en ataque como Joao Félix, Correa, Morata o Marcos Llorente, que se ha destapado en los últimos partidos como un mediapunta llegador con capacidad para asistir y ver portería fácilmente. Cuantos más recursos, mejor.