Si juega el Real Madrid, la polémica está asegurada, y en su choque de Liga ante el Atlético de Madrid la historia ha seguido su curso. El conjunto blanco acabó empatando 'in extremis' con los rojiblancos por 1-1, aunque otra vez el arbitraje dio un 'empujoncito' a los merengues. Sánchez Martínez anuló un 'dudoso' gol de Savic debido a un fuera de juego posicional de Saúl, pero la polémica viene porque el español a penas interviene en la jugada.
En el 48, el central montenegrino remató a gol un córner de Griezmann, pero el tanto fue anulado porque el asistente levantó el banderín por posición antirreglamentaria de Saúl, que no toca el balón y, supuestamente, impide que Lunin intervenga. Tras la revisión del VAR, el gol no subió al marcador, pero las dudas sobre la interpretación de la jugada son evidentes. El jugador rojiblanco no bloquea la visión del arquero ucraniano y pasa prácticamente desapercibido en la jugada.
El conjunto colchonero salió muy enchufado del túnel de vestuarios y de haber subido el gol al marcador, la dinámica del partido hubiera sido muy diferente. El tanto anulado sentó como un 'jarro de agua fría' para los visitantes, y poco a poco fueron cediendo ante la presión del Bernabéu y los merengues se hicieron con el control del encuentro.
El Karma fue justo
Aun así, los del Cholo Simeone no tiraron la toalla y le dieron a los blancos de su propia 'medicina'. En el 93, tras una peinada del ex azulgrana Memphis Depay, Marcos Llorente se elevó a los cielos de Madrid para rematar un potente balón de cabeza como en su momento hizo Ramos en la final de la Champions en la portería rojiblanca. El Atlético empató el partido en el último suspiro, pese haberse visto desfavorecido por una acción 'dudosa' del VAR, que podría haber supuesto su victoria en el derbi liguero.
Con el empate de los dos gigantes de Madrid y del Girona con la Real Sociedad, el Barça recorta distancias y hace buenas sus dos victorias consecutivas ante Osasuna y Alavés. Ahora, los azulgranas son terceros con 6 puntos de diferencia con los de Montilivi y 8 con los blancos. El equipo de la ciudad condal se permite el lujo de soñar y LaLiga, no está tan muerta como parecía.