No por nada, durante la pretemporada, Ílkay Gündogan comentaba que estaba ansioso por compartir en el terreno de juego con Pedri González, un futbolista con el que comparte varias características y que parte de una posición similar a la suya. El canario es el más creativo del FC Barcelona y, con la presencia del teutón, puede terminar explotando -aún más- sus capacidades en el césped. Y viceversa. Es la conexión que tanto necesitan los culés. 

De lo que pueda 'nacer' de la sociedad entre Gündogan y Pedri dependerá mucho el juego del Barça y, contra el Cádiz CF, se ha visto la primera prueba. Ante el Getafe y los partidos de la pretemporada no habían podido conectar mucho y el equipo no les 'respaldó', por lo que la figura de ambos quedó bastante discutida y no tuvieron casi incidencia en el plan de los blaugrana. Este domingo, en el estreno oficial en el Estadi Olímpic Lluís Companys, la historia ha sido muy distinta. 

Gündogan y Pedri 'desatascaron' al Barça

Los azulgrana supieron dominara al Cádiz y plantarse constantemente en su área, pero ante la fiabilidad de Conan Ledesma y el gran sistema defensivo de los visitantes, el Barça terminó atascándose a la hora de generar peligro. Fueron muchas las ocasiones, más de las que se podía imaginar Xavi Hernández, pero sin premio hasta que en el minuto 82 apareció la clarividencia de ambos centrocampistas para, finalmente, estrenar el marcador en Montjuïc. 

Pedri condujo el balón en el borde del área antes de cedérselo a Gündogan, quien vio cómo el tinerfeño se desmarcaba entre los centrales y envió centro preciso, milimétrico y elevando un poco el balón para la llegada de su compañero, quien se lanzó al suelo para empujar, con la puntera de su bota izquierda, el balón a lo más profundo de la red de Conan Ledesma. Un disparo de primeras, raso y que allanó el camino para los culés. 

Conexión que puede ser vital para el Barça

"Gündo es un fuera de serie. Siempre que tiene el balón me intento desmarcar porque sé que me va a ver", ha sido la frase con la que el mediocampista de 20 años ha definido cómo se ha producido su conexión con el teutón y posterior gol. Ambos se están comenzando a entender de maravillas y, mientras el equipo les 'siga' y puedan imponer su ritmo, el Barça puede soñar en grande desde su centro del campo.