El expermiento de Joao Cancelo como extremo/mediocentro no ha dado los resultados esperados en los planes de Xavi Hernández. Al igual que en el Clásico, el egarense encomendó al luso la labor de ayudar en la construcción de juego y desbordar por derecha, algo que nunca pudo hacer en los 70 minutos que estuvo en el campo de Anoeta. Al final, el de Terrassa optó por poner a Raphinha en su lugar, buscando una reacción que recién llegó sobre el final.

Tras el partido, Xavi admitió su molestia por la mala imagen que dio el equipo, principalmente, en la primera parte. "Les he dicho si había alguno cansado, me han dicho que no y les he dicho que había que poner intensidad. Era más de pelear, de lucha, de intensidad... la Real ha puesto más de eso. Hemos generado pocas ocasiones. No hemos estado cómodos", sentenció el técnico culé. Uno de los que peor se vio en Donosti, claramente, fue Cancelo.

Cancelo, 'borrado' en Anoeta

En 70 minutos, el luso apenas completó 11 pases, con una bajísima efectiva del 64 %, algo inusual en él. El de Barreiro tuvo un remate desviado antes del descanso y cometió una infracción antes de ser sustituido. Y poco más. Cancelo no pudo ayudar a Gavi en la recuperación. Tampoco fue una solución por derecha para intentar asociarse con Gündogan. El plan de Xavi, claramente, falló en su ejecución.

El propio Ronald Araújo, quien regresó al lateral derecho, lo admitió en su charla post partido con 'Movistar Plus+'. "Queríamos salir en línea de tres pero no se pudo. En el segundo tiempo salimos mejor. Ellos tuvieron ocasiones muy claras", argumentó el 'charrúa'. Al final, el uruguayo hizo en la última jugada del partido lo que Joao no pudo aportar en 70 minutos: lanzarse al área contraria como líbero para pescar algún balón. De cabeza, el '4' le dio al Barça tres puntos de oro, pero hay mucho por ajustar de aquí en adelante.