El problema que el Barça deberá solucionar en la vuelta de LaLiga

Desde el pasado mes de marzo, LaLiga Santander se detuvo a causa de la rápida propagación del coronavirus, que se convirtió en pandemia y que marca el día a día de la agenda mundial. No obstante, las grandes competiciones deportivas ya planean volver​ y, si todo va bien, las grandes ligas y campeonatos europeos internacionales podrán terminar entre julio y agosto.

El FC Barcelona partirá como líder de LaLiga con una ventaja de dos puntos sobre el Real Madrid, su eterno rival y el equipo que amenazará un nuevo título para el conjunto azulgrana. Hasta la fecha, ambos equipos se han mostrado muy irregulares  y ninguno de ellos ha conseguido ser lo suficientemente sólido como para aprovecharse de los pinchazos del otro.

Pese a que el equipo de Quique Setién marcha en primera posición, todavía hay algunas cuentas pendientes de mejorar de cara a ganar títulos a final de temporada. Es cierto que el juego no es todo lo fluido que debería o que no todos los jugadores están rindiendo a su mejor nivel pero, si hay un problema que está mermando las opciones del equipo es la poca seguridad defensiva.

El FC Barcelona es el equipo de LaLiga más goleador, ya que ha logrado 61 dianas que aventajan de sobremanera las 49 del Real Madrid, segundo máximo anotador del campeonato. Pero si nos vamos a los goles encajados, vemos que el conjunto culé ha recibido 31 tantos y que hay cinco equipos de LaLiga que han encajado menos, concretamente un 25 por ciento de Primera División.

Real Madrid, Sevilla, Getafe, Atlético de Madrid y Athletic Club han conseguido proteger su portería con más efectividad de los azulgranas, algo que convierte la defensa del Barça en su talón de Aquiles. Y no es solamente cuestión de números, sino de las sensaciones que transmite un equipo que en demasiadas ocasiones convierte a Marc-André ter Stegen en su héroe.

Un problema de todo el equipo

Los problemas defensivos del FC Barcelona no se pueden centralizar solamente en la zaga de los culés, sino a una presión del equipo entero que no está funcionando correctamente. A los culés les cesta recuperar el balón cerca de la portería del rival, algo que se traduce en contragolpes peligrosos y ocasiones para el rival. Un problema que debe ser solventado cuando el fútbol vuelva.