Se cumplen 11 años del legendario 2-6 del Barça en el Bernabéu

El que posiblemente sea el Clásico más épico de la historia está de aniversario. Este sábado, hace justo once años, el barcelonismo tuvo una de las alegrías más igrandes. El FC Barcelona bailó al Real Madrid en un Santiago Bernabéu abarrotado que vio como su imperio se desmoronaba ante el mejor equipo del mundo, que acabaría haciendo historia conquistando el triplete.

Ese 2 de mayo de 2009, el equipo culé llegaba al Santiago Bernabéu dispuesto a asestar un golpe definitivo a la Liga y a escasos días de viajar a Stamford Bridge con la final de la Champions League en juego. Y vaya si lo hizo. El conjunto Pep Guardiola consiguió vapulear al Real Madrid en su feudo ante una afición que tuvo que abandonar sus asientos antes de tiempo al ver a su equipo totalmente desquiciado.

No sirvió de mucho que Gonzalo Higuaín consiguiese adelantar a los blancos en una jugada tempranera. En pocos minutos, el FC Barcelona conseguiría darle la vuelta al marcador para tomar la iniciativa y no soltarla en los 90 minutos. Thierry Henry y Carles Puyol asestaron dos zarpazos que tumbaron al equipo blanco sobre el césped del coliseo madridista.

Unos minutos antes de llegar al descanso, Leo Messi, que estaba volviendo loca a la defensa merengue, sentenciaría el encuentro. De nada sirvió que tras la reanudación Sergio Ramos recortase diferencias en el marcador porque las distancias en juego eran de años luz. De nuevo Henry volvió a disipar las esperanzas madridistas con otro gol de bandera.

El cuadro azulgrana estaba bailando al eterno rival y daba la sensación de que los azulgranas podían marcar la cantidad de goles que ellos quisieran. Messi volvió a marcar tras una jugada colectiva en combinación con Xavi Hernández y Gerard Piqué cerraría la goleada con una celebración que pasaría a la historia por enseñarle al Santiago Bernabéu la camiseta del equipo que había desnudado al suyo.

El día en el que se 'inventó' el falso '9'

Justo en ese duelo, también hubo el gran cambio que llevaría a Leo Messi a mejorar su juego para empezar a convertirse en el mejor jugador de la historia: Pep Guardiola decidió apartarle del extremo derecho, donde jugaba normalmente, para reinventarlo como falso '9'. En esa posición, el argentino se volvió mas letal de lo que ya era y se convirtió indiscutiblemente en el mejor.