La complicada victoria del FC Barcelona ante el Betis por 2-4 ha representado un gran avance para los culés de cara a recuperar sensaciones para la segunda vuelta de la Liga. El partido fue una verdadera 'montaña rusa' donde los azulgranas mostraron un rendimiento intermitente. En la primera parte, el equipo de Xavi Hernández estuvo impecable y demostró su capacidad para jugar rápido manteniendo el órden en la defensa. No obstante, en la segunda parte perdió un poco su identidad y permitió que el Betis apretara con dos goles en tres minutos.

El equipo salió confiado del túnel de vestuarios y los béticos, tras realizar algunos cambios ofensivos para remontar, pusieron en aprietos a los de la Ciudad Condal. El equipo de Manuel Pellegrini avanzó su posición y se estableció en el medio campo contrario y, tras probar suerte varias veces, en el minuto 56, en un despeje en el que Iñaki Peña y Ronald Araujo no se pusieron de acuerdo, Isco Alarcón empalmó un balón muerto con un trallazo a la escuadra izquierda de la portería azulgrana.

El tanto alteró tanto al equipo catalán como a los ánimos locales, que se vinieron arriba y tres minutos después, el mismo Isco ponía el 2-2 en el marcador, haciendo estallar el Benito Villamarín. El Barça salió dormido del descanso y concedió dos goles que complicaron mucho el partido. De hecho, el conjunto local siguió apretando tras el segundo gol y estuvo a punto de hacer el tercero con alguna internada del brasileño Luiz Henrique.

Pese a la presión, los blaugranas respondieron

Los de Xavi Hernández estuvieron contra las cuerdas pero tiraron de coraje y superaron el 'obstáculo'. El técnico hizo varios ajustes en el equipo y, tras introducir algo de 'pólvora' al encuentro con las incorporaciones de Vitor Roque y Joao Félix, lograron la hazaña. En el minuto 90, el recién entrado portugués se sacó una genialidad del exterior de su bota derecha para poner un balón muy pegado al palo, adelantándose en el marcador en un momento crucial del partido. Dos minutos más tarde, Ferran Torres culminaba la faena y, en una contra, ponía el 2-4 en el marcador, apuntándose un hat-trick a su cuenta personal.

Así, los de la Ciudad Condal protagonizaron un partido lleno de luces y sombras que se decidió en una victoria importante. Aunque el equipo sigue concediendo goles 'fáciles', esta vez respondió con algo que la hinchada azulgrana lleva pidiendo a gritos toda la temporada: capacidad de respuesta. El equipo se rehízo y logró ganar el partido, tirando de coraje y honor. Un partidazo en mayúsculas que mantiene a los azulgranas en la lucha por el título.