Luego de pasar siete años en las categorías inferiores, de pasar por Alevines, Infantiles y dos temporadas en el Cadete B, Jordi Alba se quedó sin plaza en el Barcelona y fichó por el Cornellà en 2006. En el club que fue el rival de los azulgranas en la semifinal de la Supercopa este jueves sólo estuvo una temporada, pero lo incorporaron a la plantilla de su fútbol base por 6.000 euros.
Una vez allí, jugó en la categoría juvenil de 2º año y marcó 3 goles en 15 partidos. Sin embargo, cuando se oficializó el fichaje de Alba en 2012, el Cornellà demandó al club valencianista una cantidad importante por la revaloración del jugador, cifras en aquel momento se ubicaban entre 700.000 y 900.000 euros.
El entonces presidente del Cornellà, José Gálvez, explicó que “no se trata de los derechos de formación, sino de uno de los puntos contemplados en el contrato” realizado en su día entre el Barcelona y el conjunto valencianista. “Será en todo caso una cantidad que cubriría todo el presupuesto del Cornellà”, aclaró.
Jordi Alba guarda mucha relación con el Cornellà. Incluso en el referido club le tienen un gran aprecio al central del Barcelona. El aprecio es tal que la sala de formación y vídeo del nuevo Estadio Municipal de se llama ‘Jordi Alba’ en reconocimiento al jugador.
En la final de la Supercopa
Durante la final de la Supercopa entre el Barcelona y el Athletic Bilbao, el rol de Alba no pasó desapercibido tanto en los goles del Barcelona como en el empate del equipo de “Los Leones”. El lateral llegó con profundidad por la banda izquierda y le hizo un pase a Messi para que este pudiera fusilar a Unai Simón. Hasta tres defensas del conjunto de Marcelino se lanzaron al suelo para evitar el disparo del argentino, y lo consiguieron. Eso sí, el Barça tuvo suerte porque la pelota cayó a los pies de Griezmann, que con un disparo raso superó a Simón.
Esa jugada la celebraron los jugadores del Barça, sobretodo Jordi Alba. El lateral veía como le volvía a salir una de sus jugadas favoritas. Recibir en izquierda, asistir a Messi para anotar un gol de la misma forma en que lo ha hecho muchas veces. Y aún hoy todavía le sale.
Los segundos goles
Sin embargo, poco le duró la alegría a Alba. Justo en la jugada siguiente, el Athletic empató. Y sí, Alba salió en la fotografía igual que en la jugada anterior, pero ahora no era positivo salir en ella. Iñaki Williams completó un pase que sorprendió a Jordi Alba y eso lo aprovechaba De Marcos, que llegaba desde atrás y sin oposición superaba a un Ter Stegen para anotarle un gol.
Si hay algo que define a Alba es su insistencia. Siempre sube por la banda e intenta ayudar en el ataque. Esa tenacidad tiene recompensas. Y así fue. Suya fue la asistencia también del segundo gol de Griezmann luego de que recibiera un pase de Dembélé, levantaba la cabeza y veía al francés, al que le regalaba un balón que solo tenía que ser disparado hacia la portería del Bilbao. Pero cuando parecía que todo había terminado, gol de Villalibre, que estaba habilitado por un error de Jordi Alba. Para bien o para mal Alba es determinante.