El FC Barcelona afrontó un partido bastante complicado en el Montjuic ante el Cádiz, muy similar al encuentro anterior contra el Getafe: un equipo duro, agresivo, que se basa en su defensa sólida y juego físico para lograr sus objetivos. En esta ocasión, al igual que en el Coliseum Alfonso Pérez, el árbitro también tuvo un rol antagónico para el Barça, aunque en esta ocasión fue minimizado por la victoria de los azulgranas, pero no se debe pasar por alto.

El arbitraje estuvo marcado por la disparidad de criterios al sancionar ciertas acciones. El colegiado Alejandro Muñiz Ruiz, en su intento de dar fluidez al juego, se mostró muy permisivo con la escuadra que vestía de amarillo, llegando al punto de no sancionar faltas claras y perdiendo el control de las acciones apenas en la primera mitad.

Todo empezó con un penalti no sancionado a Lamine Yamal

La primera polémica de este enfrentamiento se hizo notar a los cinco minutos, Lamine Yamal fue víctima de una tacleada dentro del área por parte del defensor Javi Hernández, pero el juez no sancionó absolutamente nada, e incluso decidió no consultar al VAR.

El gallego también mostró cierta ligereza en cuanto a las tarjetas amarillas, ya que el Cádiz, que claramente apostó por un juego defensivo y físico, solo recibió tres cartelones a pesar de cometer 22 faltas. Por otro lado, el elenco barcelonés, a pesar de cometer solo nueve infracciones, recibió cuatro tarjetas, tres de ellas por protestas (Gavi, Ter Stegen y Pedri) y una a Frenkie De Jong por una falta a Rubén Alcaraz. Curiosamente, Alcaraz cometió una falta sobre Pedri en el minuto 20, golpeándolo en la frontal del área, y el colegiado no aplicó la sanción correspondiente.

Otra pena máxima no sancionada a Robert Lewandowski...

En el minuto 69, nuevamente hubo una acción relacionada con un posible penalti, esta vez protagonizado por Robert Lewandowski. Hubo un claro agarrón dentro del área por parte de Rubén Alcaraz, una acción sin balón. Tampoco se revisó en el VAR ni se aplicó ninguna amonestación.

El juez no consultó el VAR en ninguna ocasión

El juez no solo estuvo mal en sus decisiones, sino que también mostró cierta falta de organización en el terreno de juego, llegando a entorpecer en más de una ocasión a los jugadores. Además, sorprende que en un partido con tanta fricción y polémica, el árbitro del VAR, Juan Luis Pulido Santana, apenas tuvo un papel testimonial en este encuentro.