La derrota del FC Barcelona contra el Girona ha dejado muy 'tocado' al vestuario culé. Las caras largas de los futbolistas tras el derbi catalán se replicaron en la sesión del lunes pensando en el duelo del miércoles por Champions ante el Royal Amberes (21:00 CEST), un partido en donde se esperan rotaciones masivas al tratarse de un rival de menor jerarquía y con un contexto totalmente favorable. El Barça llega con la clasificación a octavos asegurada y el liderato del grupo prácticamente en el bolsillo.

En ese sentido, el equipo debe entender que la actualidad en Europa es positiva y la situación en LaLiga no es tan dramática. El Girona se escapó a siete puntos, pero el Madrid está a cinco y aún restan tres jornadas para culminar la primera vuelta. Sin embargo, a los jugadores se les ha visto el lunes en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí con los ánimos bastante bajos. Más allá del resultado, las sensaciones no son buenas después de caer ante un Girona que, por momentos, fue claramente superior ante el que se suponía era el mejor once que Xavi puede alinear en este momento.

Los fantasmas del Barça reaparecieron después de dos buenos partidos

Para el Barça, el problema radica en haber repetido errores que parecían haberse resuelto después de dos buenas victorias ante Oporto y Atlético de Madrid. La primera parte ante los 'colchoneros' fue brillante y, más allá de sufrir algunos tramos en ambos encuentros, tanto la plantilla como el cuerpo técnico entendían que ese era el camino a seguir de aquí en adelante, pero el Girona desnudó carencias defensivas graves que siguen sin tener solución esta temporada.

Si bien el partido fue de ida y vuelta de principio a fin, algo que le permitió al Barça patear hasta en 31 ocasiones (15 a puerta) en los 90 minutos, la sensación de frustración fue evidente tras un choque que se resolvió por eficacia. Los de Míchel llegaron menos y convirtieron cuatro tantos, mientras que el Barça volvió a desperdiciar muchas ocasiones a la par de otorgar demasiadas facilidades atrás. Con errores defensivos infantiles y poca puntería en ataque, está claro que el Barça de la 23/24 no está para las grandes citas. Y eso tiene muy preocupado al vestuario, porque las semanas pasan y las soluciones no aparecen.

El Amberes, el mejor bálsamo para la 'crisis'

Aunque está claro que Xavi hará rotaciones importantes, la visita al Amberes puede suponer un bálsamo ideal en este momento para un Barça falto de confianza. El débil campeón belga no debe suponer un obstáculo mayor para obtener otra victoria holgada (en la jornada 1 fue 5-1) justo antes de una visita incómoda el sábado al Valencia. Después se vienen Almería (casa) y Las Palmas (fuera) para cerrar el 2023. El calendario, por fin, parece darle una mano a los culés.