Ancelotti celebra con mesura el triunfo en el Clásico

La victoria del Real Madrid ante el Barcelona era casi tan importante para los merengues como para los culés, aunque sabiendo que el favoritismo les acompañaba en las horas previas. Ser correctos bastó para sacar tres puntos del Camp Nou ante un rival que aprovechó la localidad para impulsarse.

Es cierto que ninguno de los equipos brilló, pero a veces, en el fútbol, hacer lo fácil es lo más difícil y si no que lo cuenten los culés viendo en Xavi un jugador inalcanzable que ni bicicletas ni brillo, solo algún recorte, inteligencia y mucha rapidez mental para dominar este deporte a placer desde se hizo importante.

Ancelotti sacó la casta que le ha hecho ganador de Champions y ligas para dar dos versiones de un equipo con la misma alineación, porque días antes en Europa se vio a un Real Madrid mandado al ataque con transiciones rápidas y pases muy directos, pero poco después apareció por Barcelona para darle a Rodrygo uno partido memorable por su despliegue físico.

Mientras el brasileño hizo el trabajo táctico y posicional para evitar las subidas de Jordi Alba, Lucas Vázquez cazó a Ansu Fati en casi todas las jugadas. Casualmente ambos fueron los protagonistas de los goles, uno con asistencia a Alaba y el otro con la sentencia al ganarle la partida y posición a Eric García.

No hubo cohetes más allá de la alegría de ganar un clásico, no hubo regodeo pese a ver a Vinicius inmenso por un carril ante un desorientado Mingueza que vio desde el banco a Dest mejorando su labor como lateral. Ancelotti, de nuevo, se vistió la piel de caballero con pizarra para respetar al rival y hablar de los suyos.

Impulso

A falta del duelo ante el Atlético y Sevilla en esta primera vuelta, solo se vio vulnerable en lo ofensivo ante el Villarreal, pero por lo demás ha conseguido dar con el gol y fallar en defensa, aunque este duelo con el Barcelona le permitió irse con una solidez defensiva notable y dos goles en momentos importantes del juego.

Cortó el impulso de los culés con el zurdazo de Alaba, cuando el reloj apuntaba el final volvió a bajar el ánimo contrario con Lucas y de no ser por la insistencia de un solitario Kun, la sensación era peor para el Barcelona, pero este impulso, es importante para lo que queda de año calendario y tomar el descanso decembrino con calma.