El Real Madrid fue superado de principio a fin por el Barça en la final de la Supercopa de España 2022-2023. El equipo blanco nunca encontró la comodidad necesaria para jugar al contragolpe porque básicamente, jamás pudo hacerse del balón en una posición cómoda y desde allí construir una de sus características jugadas con Vinicius o Valverde por las bandas.
Carlo Ancelotti, junto con varios jugadores, ha sido el gran señalado de esta noche. Aunque el técnico ciertamente no ha podido decidir demasiado sobre la planificación de la plantilla, también es cierto que dispone de jugadores de primer nivel para cada partido, pero el fútbol parece haberse quedado en el 2022, aquel año donde fue campeón de España y de Europa.
En una película que el madridismo ya ha visto, la temporada del italiano después de ganar la Champions está siendo cuanto menos irregular. Ante el Barça, el míster decidió replicar el planteamiento de Xavi y 'tiró' de cuatro mediocampistas, aunque no de la manera correcta con los nombres que tenía. Kroos y Modric volvieron a quedar retratados como en aquel 0-4 de la pasada temporada de Liga en el Bernabéu.
El alemán, y sobre todo el croata, no están ahora mismo para correr detrás del balón por 45 minutos a una intensidad tan alta, sabiendo que además no estaba Tchouameni para respaldarlos. Carletto apostó con Carvajal como lateral titular después de la lesión de Lucas Vázquez y quedó claro que simplemente no está a su 100%. Nacho, desde el banquillo, seguramente habría sido una opción mucho más inteligente.
Retratado, una y otra vez
Ya perdiendo 2-0 en el marcador, Ancelotti decidió sacar a Camavinga, su mejor mediocampista durante el primer tiempo, simplemente por no tocar a sus dos 'vacas sagradas'. Todo esto quedó evidenciado cuando igualmente terminó dando ingreso a Ceballos por Modric en el minuto 60. Aunque su banquillo es mucho peor que el del Barça, el técnico igualmente planteó su partido a defenderse y esperar que Vinicius, y un 'gris' Benzema le salvaran el partido en algún momento, y a partir de allí si manejar el ritmo del encuentro con su mediocampo.