A pesar de que el PSG no quiso darle salida a Mbappé en este mercado, la guerra con el Real Madrid apenas acaba de comenzar y esa negociación fue solo el anuncio. Ambos clubes comenzarán una disputa por uno de los jugadores llamados a liderar el fútbol en los próximos años con seguridad.

El hecho de jugar con Messi y Neymar es la principal carta a favor que mantiene el PSG, lo que le hizo forzar la permanencia del francés en el equipo para darle tiempo junto a las dos estrellas, esperando que Mbappé cambie de parecer en los próximos meses y renueve su contrato lo más pronto posible. Sin embargo, ya hay debate.

Formas

Un año de contrato y una oferta de 180 millones de euros en la mesa, un jugador que no quiere seguir y un club dispuesto a hacer una locura por él. La situación perfecta incluso con un futbolista de la calidad de Mbappé, que cumple con no renovar y se mantiene firme a la espera del Real Madrid.

El merengue acudió a su rescate e incluso llegó a subir la oferta a 200 millones de manera verbal, 20 más de los que se pagaron al Mónaco en su momento. Pero ahí el primer problema, que el PSG ni siquiera respondió, de hecho, antes hubo una de 170+10 que tampoco respondieron y eso, cayó mal a Mbappé.

Principios

Puede sonar raro pero todavía hay jugadores que se mueven en esos códigos y parece que Mbappé es uno de ellos. El jugador fichó con el PSG con la promesa de que el club abriera las negociaciones con el Real Madrid si llegara una oferta, ante lo que sucedió, el orgullo y moral del chico se vieron golpeados de manera considerable.

Proyecto

El que más suena y el que más se entiende. Mbappé habló sobre un proyecto a largo plazo en el que fuese el líder, más allá de millones y palestra mediática, el francés quiere ser el verdadero líder de un gran plan deportivo a futuro, que sea competitivo y le permita liderar el fútbol con su talento.

El PSG, que solo hablar con dinero, acudió al mercado con talonario para traer a Achraf con 70 millones, a Ramos con dos años de contrato y un gran salario, completando la escena con Messi y un sueldo gigante. Wijnaldum abrió ese grifo también por un salario mucho mayor al que ofrecía el Barcelona.

Ni largo plazo, ni líder. Competitivo es, pero con el aliciente de una presión desmesurada que les empujará a ganar la Champions sí o sí, a menos que la palabra fracaso acompañe su nombre por parte de la prensa mundial, que además parece esperar ese momento. Mbappé, consciente de su puesto de bronce, deja que la guerra comience.