Bellingham volvió a 'rozar' la roja al encararse con el árbitro y con varios rivales

El Real Madrid superó con facilidad a un desmotivado Villarreal en el Bernabéu, logrando una victoria por 4-1. Con este resultado, el equipo de Ancelotti se coloca provisionalmente como líder en la tabla, a la espera del enfrentamiento entre el Girona y el Alavés. A pesar de que Bellingham volvió a marcar, su actuación estuvo marcada por constantes quejas y enfrentamientos con varios jugadores del Villarreal, llegando incluso al borde de la expulsión en un par de ocasiones.

El jugador británico mostró una tensión particular contra los jugadores del "Submarino Amarillo", protagonizando enfrentamientos con Capoué, Cuenca y Altimira en acciones poco consideradas por el mediocentro. Incluso, el '5' merengue recibió una tarjeta amarilla en una acción en la que soltó un manotazo a lateral del equipo visitante mientras este lo agarraba en carrera.

La polémica continuó cuando, lejos de tranquilizarse tras recibir la amarilla, Jude mantuvo una actitud provocativa. En una acción en la que protestó en exceso al árbitro por no pitarle una falta, se giró hacia las gradas del Bernabéu, avivando el partido y generando presión sobre el árbitro. Ante esta situación, Figueroa Vázquez se dirigió al centrocampista en lo que pareció un ultimátum, advirtiéndole que podría ver la tarjeta roja si continuaba con su comportamiento. Ancelotti no tardó en retirar a su estrella del campo, evitando así su posible expulsión.

Un partido plagado de polémica

Además, esta no fue la única controversia en la que estuvo envuelto el jugador inglés, ya que en su gol también hubo una acción dudosa que podría haber llevado a la anulación del tanto. En la jugada del tanto, cuando Bellingham envía el balón hacia la banda para que luego Modric lo coloque en su cabeza y termine en el fondo de la red, el exjugador del Borussia le propina un empujón a Capoué que el árbitro podría haber interpretado como falta y haber anulado el gol. La jugada pasó desapercibida tanto para el colegiado como para el VAR, pero generó discusión después del partido.

La estrella blanca ha experimentado un cambio en su comportamiento, alejándose de la imagen respetuosa que mostraba durante su etapa en el equipo alemán. Poco a poco, se muestra más 'chulesco' ante los rivales y se revela que su elegancia no es tan pronunciada como se pensaba. Aunque nadie duda de su extraordinario talento, esta tendencia provocativa no contribuye a su reputación y representa un obstáculo en su historial como el gran jugador que es.