El Chelsea ha realizado una gran inversión  en fichajes, entre el verano y el invierno, llegando a los 600 millones de euros. El problema para el equipo inglés es que arrastra pérdidas desde la época de propiedad de Roman Abramovich y esas pérdidas siguen existiendo. Esto puede poner en peligro cumplir el 'fair play' financiero de la Premier y de la UEFA, por lo que necesitará vender a varios jugadores. 

Los blues están obligados a aligerar masa salarial tras las llegadas esta temporada de nombres como Sterling, Enzo Fernández o Koulibaly, por lo que equipos como el FC Barcelona y el Real Madrid podrían aprovechar para comprar 'barato'. En el Camp Nou tienen apuntado el regreso de Aubameyang, siempre y cuando le den la carta de libertad, mientras que en el Bernabéu siguen al menos a dos futbolistas. 

Nombres que interesan en Madrid

Los blancos tienen tiempo siguiendo de cerca a Reece James y a Kai Havertz, dos futbolistas que servirían para reforzar dos de las posiciones más debilitadas. De la plantilla del Chelsea, son los dos que más gustan, el lateral porque dejó grandes sensaciones en los últimos duelos en los que se ha enfrentado, y el propio Ancelotti recomendó su fichaje, aunque las lesiones del inglés han dejado algunas dudas recientemente.

En el caso del delantero, ya estuvo en la agenda madridista, pero la crisis derivada del coronavirus, hizo que no realizaran ningún movimiento en aquel mercado, y el germano acabó recalando en Londres. Tanto la delantera como la defensa, sobre todo en el lateral derecho, necesitan ser reforzados en el Madrid, aunque Florentino Pérez tiene preparado nuevamente un verano de pocos fichajes.

¿Se animará Florentino a ser agresivo en verano?

El presidente merengue está concentrado en el 2024 como el gran año para el club, aunque dos oportunidades de mercado como estas podrían acelerar algunas decisiones. El Chelsea no podrá ser demasiado exigente en las negociaciones, ya que debe vender sí o sí, y al haber hecho la compra de Malo Gusto por 30 millones, James podría ser una pieza para aligerar las finanzas.