Roberto Carlos ha encendido al madridismo casi al completo con su última entrevista. El ex lateral izquierdo del Real Madrid estuvo hablando con Vitor Bais en 'Camisola 11' para repasar su etapa en el conjunto blanco. El brasileño fue muy sincero, para algunos incluso demasiado, y desveló cosas que dejaron en evidencia al vestuario del Madrid en su época.
Hay que recordar que el carrilero perteneció a la mítica plantilla de los llamados 'galácticos', con Ronaldo, Beckham, Zidane o Figo. Roberto Carlos confesó cosas como que los horarios con Vicente del Bosque estaban condicionados por las salidas nocturnas de los jugadores. "Los entrenamientos de lunes y a veces los martes eran a las 17.00 de la tarde. No los ponía a las 11.00 de la mañana porque casi nadie llegaba", reconoció.
Además, habló de cómo fueron los pocos días en los que Camacho fue entrenador del Madrid. El técnico llegó con mano dura a un vestuario que estaba acostumbrado a la comodidad y a hacer lo que les apetecía. "En la época de los galácticos éramos siete... era un peligro en el vestuario. Siempre lo controlamos bien, teníamos buena relación, menos con Camacho que aguantó diez días. Llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio y con historia en el Real Madrid. Yo solo observaba a ver qué iba a decir. 'Quiero a todo el mundo mañana a las 7.00 de la mañana'. Normalmente entrenábamos a las 10.30. Hablamos con él para intentar cambiar el horario, nosotros teníamos nuestras costumbres", explicó.
Camacho, finalmente, decidió marcharse del Madrid poco más de una semana después de asumir el cargo. El murciano ya dio a entender esto en el pasado, pero las declaraciones de Roberto Carlos dejan más claro todavía que el vestuario mandaba en el club por ese entonces. La afición está muy encendida tras leer sus palabras, pero el brasileño no se quedó ahí y también habló de otro entrenador que duró poco, Vanderlei Luxemburgo.
El vestuario también echó a Luxemburgo
Parece que el preparador brasileño quiso quitar la cerveza y el vino de la dieta de los futbolistas y a partir de ahí empezó a cavar su tumba. "Con Luxemburgo pasó lo mismo. En el segundo partido de Liga, teníamos la costumbre de llegar a la concentración, dejar las maletas en la habitación y antes de la cena tomar nuestra cerveza y nuestro vino. Encima de la mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos: 'Profesor, la gente aquí tiene sus costumbres, lo vas a ver, pero intenta no cambiarlas. No quites las botellas de vino de la mesa y la cerveza antes de la cena porque si no vamos a tener problemas. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses", admitió.
Por último, el ex lateral zurdo madridista dijo que hoy en día siente que todos esos privilegios que tuvieron los jugadores son absurdos. El ex futbolista puso algunos ejemplos de cosas que hizo ese vestuario habitualmente. "Yo hoy pienso: ¿cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías? Acababa cada partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era Beckham que iba no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula Uno los domingos. Eran vuelos privados para todos lados. Una locura", concluyó.