Lo que deja el regreso de los fanáticos al Santiago Bernabéu

Este domingo el Santiago Bernabéu recibe nuevamente a sus aficionados para mostrarle de qué va el equipo realmente, desconectado de los merengues en la grada desde hace mucho por la pandemia mundial. La temporada pasada hubo un sprint final importante que muchos aseguran que hubiese tenido un final distinto con público.

560 días exactos los que tiene el fanático blanco sin acudir a su templo, cifras que contrastan con los “apenas” 23000 que van a  poder sentarse a ver a Alaba y Camavinga, nuevos fichajes del club, además de fijarse a la zona defensiva y no poder disfrutar de la presencia de Ramos y Varane, pareja de centrales de los últimos años.

Los trabajos realizados fueron titánicos en las últimas semanas para poder tener el campo listo, que contará con 500 tiras de césped híbrido instaladas tras movilizar 30 metros cúbicos de arena y camiones frigoríficos para que la hierba estuviese a 0 grados de temperatura en el proceso. Pero no ha terminado.

Si bien el equipo ya puede jugar en el estadio principal  las obras están lejos de terminar, por lo menos un año queda por delante. Las instalaciones gradas y alrededores del recinto todavía necesitan finalizar obras y dar el punto final a lo que se espera como un coloso en la arquitectura deportiva.

Las 23000 voces que estarán presentes ante el Celta de Vigo comenzarán a medir el rendimiento del equipo y ser termómetro para aquellos que están en pleno proceso de recuperación como Isco. Ancelotti será otro que tendrá una noche especial en el Bernabéu por su regreso con la afición que le vio ganar la décima.

Dinero también

El Santiago Bernabéu apunta a ser un centro comercial enorme, centro financiero y el centro de todo lo que se imagine gracias a los planes que figuran en la agenda del Real Madrid, que espera comenzar a ingresar dinero con los aficionados en la grada y los visitantes conociendo este nuevo estadio.