El arbitraje en el Real Madrid-Almería del colegiado Francisco Hernández Maeso y su asistente del VAR, Alejandro Hernández Hernández, fue auténticamente deplorable. La terna arbitral, con decisiones bastante debatibles, ha tenido influencia directa en la entrada al juego de un combinado merengue que, gracias a tres fallos favorables, pudo equilibrar la balanza del duelo y terminar imponiéndose 3-2 en un enfrentamiento que no merecieron ganar.
La infracción previa no sancionada a Antonio Rüdiger
La primera decisión cuestionable se dio al minuto 52. El elenco de la Casa Blanca, perdiendo 0-2, recibió un penalti a favor que posteriormente sería convertido en buena forma por el centrocampista inglés Jude Bellingham para el 1-2. No obstante, la jugada es digna de un análisis exhaustivo y de una rigurosidad importante.
En la acción no se valoró una falta previa de Antonio Rüdiger sobre Edgar González en la disputa aérea del balón, con Joselu muy cerca también cometiendo una posible infracción a su rival. Todo eso sucedió previo a la jugada en la que termina ocurriendo la mano de Kaiky Fernandes en el área, que en este caso sí pareció clara. Hernández Hernández, árbitro del VAR, debió haberse olvidado gafas graduadas de deporte en su casa para llamar a su 'colega' en una acción así.
La anotación cuestionablemente anulada a Sergio Arribas
Posterior a eso, el Real Madrid iba a recibir una nueva 'bocanada de oxígeno' por parte del cuerpo arbitral, pues en el minuto 62, tras una rápida reacción del UD Almería poniendo el 1-3, los madridistas volvieron a verse favorecidos. El VAR volvió a intervenir para anular una anotación aparentemente lícita de Sergio Arribas, ex del cuadro merengue. El motivo de esto fue una presunta falta sobre Jude Bellingham, quien recibió un manotazo en el rostro en el inicio de la jugada de Dion Lopy. Una decisión debatible, quizás no por la anulación del tanto o por la severidad de la falta, sino por el 'doble rasero' mostrado para anular una acción con una falta previa, cuestión que no ocurriría con la pena máxima sancionada a los visitantes.
El polémico gol de Vinicius Jr para poner el 2-2
El espectáculo deplorable en el Santiago Bernabéu y de las decisiones del VAR se ha cerrado con otra polémica intervención en la convalidación del 2-2 a Vinicius. La acción se sentenció con un tanto bastante inusual, ya que a pesar de haberse sometido a revisión del videoarbitraje, no se estimó conveniente que el gol fuera anulado, pese a que la pelota impacta un poco más abajo de la zona del hombro, por lo que perfectamente se podría haber sancionado una mano y por ende haber invalidado la jugada.
Por último, y no menos importante, resultó especialmente llamativo el hecho de que el colegiado añadiera 11 minutos más de juego, un tiempo que el cuadro merengue aprovechó para completar una remontada que lo mantiene en la lucha por el liderato. No obstante, el resultado sigue siendo sumamente cuestionable y claramente afectado por las decisiones del árbitro principal y el VAR, quienes no tuvieron su mejor tarde.