Se las prometía muy felices a principios de temporada, pero después de solventar con seguridad los dos trofeos de Supercopa, el Real Madrid ha topado con la dura realidad. La motivación de superar con holgura al FC Barcelona ha dejado paso a las dudas, y la mayoría de ellas están llegando en los partidos en casa.
Desde que sentenciara el título copero contra el máximo rival, el conjunto que dirige Zinedine Zidane ha disputado seis encuentros en el Santiago Bernabéu, y apenas ha logrado dos victorias con poco brillo frente al Apoel y el RCD Espanyol. En el resto se salvaron tres empates -dos contra adversarios de nivel, Valencia y Tottenham- y se cosechó una derrota contra el Betis.
Las conclusiones no son positivas para el técnico francés, puesto que además de la fragilidad defensiva, cinco tantos encajados, está costando en exceso ver portería. En el último encuentro, Hugo Lloris se hizo demasiado grande para los jugadores 'merengues', pero no ha sido el único cancerbero en brillar en el feudo madridista. Nueve goles en esos seis enfrentamiento así lo atestiguan, y más contando que cinco de ellos se concentran en los dos duelos en los que se consiguió ganar.
Orgullo visitante
Si de algo puede estar orgulloso Zidane es de la capacidad de reacción de los suyos fuera de casa, donde extrañamente sí están llegando los resultados. A pesar de haber sufrido en sus dos últimos desplazamientos ligueros, los blancos pueden presumir de un pleno de cinco victorias a domicilio, la mayoría de ellas con autoridad. Un respiro para el marsellés.