Después de anunciar las renovaciones de varios de sus futbolistas más importante del presente y el futuro como Vinicius o Rodrygo, el Real Madrid ha continuado con su trabajo en los despachos anunciando el nuevo contrato de Federico Valverde. Tal parece que Florentino Pérez intentará que el próximo lustro en el club blanco esté respaldado en jugadores que ya hacen parte de la institución, con el riesgo que por supuesto lleva apostar por nombres que podrían ver detenida su progresión en un momento determinado.
Sin embargo, el presidente merengue ha confiado en el centrocampista uruguayo con un contrato hasta 2029, mismo año que ha sido elegido para la fecha límite de otro centrocampista renovado por los blancos, Eduardo Camavinga. Así, el Madrid parece sentar las bases de un proyecto a largo plazo liderado por apuestas más que fichajes de hace 3, 4 o 5 años, y que sí que han terminado resultado, a diferencia de otros casos como Reinier o Luka Jovic.
Una apuesta del Madrid muy similar a la del Barça con Araújo
El caso de Valverde sí que va más atrás en el tiempo si tenemos en cuenta que fichó por los blancos en mayo de 2016 por cinco millones de euros. Una real ganga viendo lo que se ha visto del charrúa tanto con la camiseta del equipo blanco como con la del Deportivo de La Coruña, club al que llegó en el verano de 2017, tras una campaña en el Castilla donde coincidió con jugadores como Odegaard o Achraf Hakimi.
El Madrid comienza a dar vida a su proyecto de largo plazo
Con la renovación de Valverde ya sólo queda Eder Militao para que el Madrid se asegure su columna vertebral para las próximas cinco temporadas, un claro plan de Florentino de aumentar la masa salarial merengue, pero sin la necesidad de acudir al mercado. Además, el presidente madridista ha 'copiado' la táctica del FC Barcelona de incluir cláusulas de salida de mil millones de euros en sus renovaciones de titulares, algo que imposibilita que algún club-estado pueda darles un golpe sobre la mesa sin negociar.