Gareth Bale se rió del Real Madrid en las votaciones del The Best

El delantero galés, Gareth Bale, parece haberse olvidado del Real Madrid desde que regresó al Tottenham este verano en calidad de cedido por una temporada. Bale incluso ha reconocido en varias ocasiones que en Londres ha llegado sentirse contento y valorado en el conjunto inglés, algo que parece haber vivido recientemente en el club blanco.

De hecho, en la última premiación de la FIFA se llegó a saber que el también conocido como “El Expreso de Cardiff” no votó ni por Zinedine Zidane ni tampoco por Sergio Ramos, pero sí votó en la categoría como mejores entrenadores a Hansi Flick (5), Jürgen Klopp (3) y Julen Lopetegui (1), con este último que coincidió los primeros meses de la temporada 2018/2019 hasta que fue destituido.

En cuanto a los jugadores, las preferencias de Bale han sido el delantero del Bayern Munich Robert Lewandowski, así como los jugadores del Liverpool Thiago Alcántara y Sadio Mané. Bale de momento no está teniendo el impacto que se esperaba que tuviera en el Tottenham, pero el antiguo estratega del Real Madrid José Mourinho está contando más con él para la Europa League que para la Premier. 

Aunque los detalles no son del todo conocidos, es un secreto a voces la difícil relación que el actual entrenador del Real Madrid tiene con Gareth Bale. Fue en agosto de este año, en una rueda de prensa de cara al compromiso que en su momento tuvieron los merengues con el Manchester City en la vuelta de los octavos de final de la Champions League, cuando Zidane afirmó que Bale simplemente no quería jugar.

"Se dicen muchas cosas, nosotros tenemos una relación de respeto de jugador a entrenador. Él ha preferido no jugar. El resto es entre él y yo", declaró Zidane ante la prensa en su momento. "Respeto mucho a Gareth y a todos los jugadores, y las cosas deben quedar en el vestuario. Gareth Bale es jugador del Real Madrid, no cambia nada. Ha preferido no jugar, es lo único que puedo decir", añadió.

Su relación parece haber empezado a tornarse difícil al menos tres años atrás. A raíz de una derrota en un Clásico ante el Barcelona (2-3), pero que data de la temporada del 2016-2017. Ese día, el galés insistió a Zidane que estaba recuperado de una lesión muscular y que podía jugar perfectamente, pero a la hora de la verdad, no estaba al 100%, por lo que Zidane le relevó en el minuto 39 por Marco Asensio.

Otra ocasión en la que quedó en evidencia su mala relación fue durante la final de la Champions, partido en el que el Madrid venció al Liverpool en Kiev. Al término del partido, el propio Bale explicó que, si las cosas no cambiaban, meditaría una posible salida. En aquella ocasión, el galés incluso buscó con la mirada el lugar dónde se ubicaba el entrenador francés en la entrega del trofeo para estar lo más lejos de él que pudiera.

Relación complicada

Llegado a ese punto ya era una relación completamente rota. El punto álgido llegó en la pretemporada de 2019 en Houston, momento en que Zidane no se cortó a la hora de definir su relación: “Está negociando su salida. Si se puede ir mañana, mejor”.

Cuando Zidane regresó en marzo de 2019, explicó que era una nueva etapa, pero poco a poco se fueron abriendo viejas heridas con el jugador galés, hasta tal punto en que, para jugar los once últimos partidos de Liga, tanto Bale como James, solicitaron no ser convocados cuando el Madrid tenía que viajar.