Lo que parecía un sueño hecho realidad está siendo una auténtica pesadilla. El Real Madrid y, sobre todo, Florentino Pérez cumplieron su mayor capricho de los últimos años y consiguieron el fichaje de Kylian Mbappé después de más de un lustro de vaivenes, desplantes y humillaciones. Los merengues se conviertieron automáticamente en candidatos a todo, pero tantas estrellas en un mismo salón se han terminado 'estrellando'.

Y es que antes de la llegada del francés, los blancos habían construido un ecosistema aparentemente 'perfecto'. Jude Bellingham se unía a Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde y compañía y el cuadro madridista levantaba la Liga y la Champions en un contexto, a la vista, ideal. Sin embargo, el fichaje del galo, sumado a la salida de capitanes como Toni Kroos y Nacho Fernández, han desequilibrado el vestuario.

Carlo Ancelotti se vio obligado a cambiar su sistema para forzar el encaje de Mbappé en su equipo, y el rendimiento del Madrid en lo que va de temporada es absolutamente desastrozo. Por su parte, a Kylian le está costando particularmente sentirse cómodo en su nuevo club y ha sido una 'sombra' de aquel jugador que apuntaba a ser el mejor del mundo, despertando los 'fantasmas' de Eden Hazard en la capital.

Mbappé ha roto el vestuario merengue

Pero los problemas del '9' merengue no se limitan sólo a los terrenos de juego, donde su falta de puntería y su parsimonia en defensa ya desesperan a los blancos. Según 'Don Balón', la lucha de egos ha terminado de explotar en el vestuario del Santiago Bernabéu y el delantero tendría problemas con otras tres estrellas madridistas.

Se trata de Jude Bellingham, Vini Jr. y Luka Modric, con quienes el galo apenas tendría comunicación. Y es que estos jugadores habrían señalado tanto internamente como públicamente al francés por su falta de compromiso en defensa y falta de compañerismo.

Por esta razón, el 'crack' de Bondy estaría sumamente enojado con estos jugadores por haberle criticado puertas afuera del vestuario y su relación estaría prácticamente rota, aunque sobre el campo traten de disimular un buen 'rollo' para las cámaras y evitar el crecimiento de un problema que se le ha escapado de las manos a Ancelotti.