Inglaterra ha sido el epicentro que más fuerza ha generado en el terremoto de la Superliga, o al menos en las repercusiones tras el anuncio de este proyecto. En un plan un poco olvidadizo o ventajista, la prensa inglesa y las personas ligadas al fútbol británico atacan este proyecto de manera inminente.

Comenzó con ex futbolistas que atizaron con fuerza el formato y le tildaron de elitesco, burgués o muchas otras cosas que por factor común plasmaron una guerra de poder, dinero y ego, para después pasar a la prensa, que bastante se ha quedado con Florentino Pérez y el proyecto futbolístico planteado.

De los 12 clubes fundadores como se llamaron en el documento, seis eran de la Premier, es decir, la mitad del grupo. Pero no valió para nada, la culpa es de los que iban quedando mientras City, Arsenal y sus homólogos se iban retirando del pacto firmado y de ese árbol caído bastante leña se hizo en los tabloides.

“Tres días de caos”, “Victoria de los aficionados”, “Humillación” y muchas otras maneras de calificar el proyecto han sido titular en medio de lo que califican como “locura” o “arrebato de poder” por parte de Florentino Pérez, dejando toda la responsabilidad en el presidente del Real Madrid y hasta anunciar posibles sanciones al club blanco en la Champions.

“Un día maravilloso para el fútbol” también apareció en algún párrafo, dejando en claro que la postura es en contra de cualquier cosa que no sea lo que ya existe, porque ante lo que ya se mueve, no se ha dicho nada y parece seguir su curso con tranquilidad, incluso con el nuevo formato que poco se entiende y mucho menos gusta para la Champions a partir del 2024.

Ceferin, Al Khelaifi y el Fair Play

De lo que poco (o nada) se habla es sobre el Fair Play “flexible” que se habla desde la UEFA, exclusivamente en boca de Ceferin, que está por la labor de ofrecer espacios y protección para que los inversores en los clubes europeos no se vayan y que puedan mantener el espectáculo.