Jovic y Militao: los "estrellados" que no entran en los planes de Zidane

En este momento, varios de los jugadores suplentes del Real Madrid atraviesan por un momento crítico, en el que a los mismos les caen los comentarios negativos de todos lados. Desde Marco Asensio e Isco Alarcón hasta dos de los fichajes más recientes que realizó el cuadro "Merengue", como lo son Luka Jovic y Eder Militao.

El delantero serbio, quien en su momento fue pretendido con fuerza por el FC Barcelona, aterrizó en el Santiago Bernabéu en 2019, proveniente del Eintracht Frankfurt, a cambio de 63 millones de euros. Desde ese entonces hasta ahora, solo ha podido marcar dos goles e incluso, esta temporada ha participado tan solo en cinco encuentros, demostrando que su papel dentro de los planes de Zinedine ZIdane es más secundario que nunca.

Por su parte, Éder Militao llegó a la "Casa Blanca" durante el mismo verano que Jovic, desde el Oporto, con un costo de 50 millones de euros, siendo el defensor más caro que ha comprado el club en su historia. Aunque su fichaje trajo recuerdos sobre el paso de Pepe por el Real Madrid, el rendimiento del brasileño no ha estado ni cerca del del zaguero portugués, ya que el mismo ha visto acción en tan solo 23 compromisos desde su arribo a España, de los cuales tres han sido esta misma campaña. 

Ambos pasaron de ser dos fichajes estrella, a ser jugadores que se estrellaron en las filas del Real Madrid. Jovic ha estado envuelto en más polémicas que goles desde que fue fichado por el equipo capitalino, mientras que Militao no ha terminado de demostrar nunca su valía y tan solo parece ser una sombra de aquel temible defensor que vestía la camiseta del Oporto.

Jovic y Militao, nuevos Huntelaar y Woodgate

Los casos de Luka Jovic y Éder Militao recuerdan bastante a los de Klaas-Jan Huntelaar y Jonathan Woodgate, quienes tuvieron pasos poco fructíferos por el Santiago Bernabéu durante las dos décadas pasadas. El delantero neerlandés llegó a Madrid proveniente del Ajax, a cambio de 27 millones de euros, para intentar solventar los problemas ofensivos del equipo, pero terminó disputando solo 20 partidos y marcando ocho goles, para irse vendido al Milan seis meses después. 

Por su parte, el zaguero inglés aterrizó en el Bernabeú en 2004, a cambio de casi 19 millones de euros, desde el Newcastle United. El mismo dejó bastante de qué hablar tras su calamitoso debut con el cuadro blanco, en el que se marcó un autogol y se fue expulsado y, tras solo 14 partidos en el Real Madrid, se marchó al Middlesbrough.