Por enésima vez en lo que va de temporada, el Real Madrid volvió a pinchar en el Santiago Bernabéu en un partido de LaLiga Santander frente al Athletic Club de Bilbao. Iñaki Williams adelantó al equipo vasco en el primer tiempo pero, a tres minutos del final, Cristiano Ronaldo puso el gol del empate.
El partido volvió a llevar a la misma conclusión que se lleva sacando durante toda la temporada: al Real Madrid le importa tres pepinos hacer el ridículo en LaLiga Santander como ya lo hizo en la Copa del Rey si eso significa estar centrado en ganar la Champions League, que parece lo único que vale ahora mismo. Haber tirado las otras competiciones parece haber perdido toda importancia.
El Real Madrid no merece estar eufórico
Poco se puede entender el estado de euforia en el que se encuentra el madridismo en estos momentos. Cierto es que los de Zinedine Zidane afrontarán las semifinales de la Champions League frente al Bayern de Múnich pero... ¿Cómo es posible que eso haga pasar por alto la lamentable trayectoria del equipo en la presente temporada?
A principios de año, el equipo hizo el ridículo en la Copa del Rey cuando el Leganés le pasó por encima en el Santiago Bernabéu. La marcha en LaLiga Santander también es catastrófica: fueron vapuleados en casa contra el FC Barcelona y ven el liderato a 15 puntos a falta de cinco jornadas para el final. Pero todo ello parece dar igual si el equipo levanta la 'orejona'.
La Champions League, lo único que importa
Es difícil explicar lo que está sucediendo esta temporada. El FC Barcelona lleva meses trabajando sobre unas bases que le han permitido liderar LaLiga Santander con mucha ventaja respecto a sus perseguidores y llegar a la final de la Copa del Rey. Una única mala noche del equipo de Valverde y parece que la temporada ya no vale para nada.
Por otro lado, el Real Madrid, justo al contrario. Un equipo que lleva meses arrastrándose por los campos de Primera División y por su propio coliseo pero que vio como gracias al error de un árbitro inexperto se metió en semifinales de Champions League después de ni siquiera haber quedado primeros en la fase de grupos. Y, a diferencia de en Can Barça, parece que todo es la leche. Hace falta una reflexión sobre cómo valorar una temporada.