Hace unos tres años, el Monaco consiguió hacer una espectacular campaña liderado por Kylian Mbappé, un joven delantero que con apenas 18 años deslumbró en Europa. Por aquel entonces, Florentino Pérez movió ficha para llevárselo al Santiago Bernabéu pero, sorprendentemente, el jugador acabó aceptando al oferta de un Paris Saint-Germain, que pagó 180 millones de euros por él.
Desde entonces, la idea de vestir a Mbappé de blanco nunca ha desaparecido de la cabeza de Florentino Pérez ni de los planes del club. El galo genera consenso en todos los ámbitos: desde la cúpula le quieren, el cuerpo técnico también suspira por él y en el vestuario estarían encantados de contar con la compañía del ariete galo.
Este viernes, Mbappé cumplió los 21 años de edad y su futuro sigue estando en el aire, aunque parece inevitable que acabe dejando el Paris Saint-Germain en un plazo máximo de dos años. El contrato del ariete francés con el conjunto parisino finaliza en verano de 2022 y, por el momento, el delantero ha hecho caso omiso a los intentos del club por ampliar su vinculación.
En su momento, Mbappé decidió no aceptar la oferta del Real Madrid y seguir progresando en su país natal. Eso ocurrió en 2017 y, cerca de entrar en 2020, el ariete galo ha quemado etapas a gran velocidad, consagrándose como un futbolista importante en el panorama europeo. Y, naturalmente, siendo consciente que su salto hacia una nueva aventura está cada vez más cerca.
Recientemente, Vadim Vasilyev, vicepresidente del Monaco, explicó que Mbappé, antes de irse, le confesó su deseo de jugar en el Real Madrid. Algo que parece que da mucha ventaja al club madridista de cara a su futura incorporación y más teniendo en cuenta que, por esa finalización de contrato, el tiempo juega totalmente a favor del futbolista.
El proyecto de futuro del Real Madrid
El Real Madrid tiene entre manos un extraordinario proyecto de futuro. Los blancos están fichando a jugadores jóvenes y de gran futuro como Rodrygo Goes, Vinícius Junior, Odegaard o Take Kubo. Mbappé sería la mejor forma de coronar un plan deportivo con muchos años de rendimiento por delante y con calidad para llevar a cabo un dulce proceso de relevo generacional de la actual plantilla.