Nuevamente, el Real Madrid ha protagonizado una escena polémica en la que el arbitraje no aplicó de manera oportuna la justicia para resolver una acción que hubiera perjudicado, de manera justificada, al equipo merengue. Esta vez, la controversia tuvo lugar en el compromiso entre el club blanco y el Deportivo Alavés, válido por la jornada siete de LaLiga EA Sports. En este enfrentamiento, los de Chamartín terminaron imponiéndose 3-2, a pesar de que los merengues deberían haber terminado con uno o dos jugadores menos.
La situación fue clara y ocurrió en la recta final del compromiso. En el minuto 82, durante una disputa sin balón entre el delantero del Real Madrid, Endrick, y el zaguero Santiago Mouriño, cerca del área del Alavés, se pudo observar cómo el '16', en un momento de excesiva agresividad, propinó un rodillazo intencionado en la entrepierna de su oponente.
¿Cuáles fueron las consecuencias de esta controversial acción? Solo se le mostró una tarjeta amarilla y se le advirtió sobre la brusquedad de su juego. Sin duda, una oportunidad que el colegiado principal Alejandro Muñiz Ruiz y el árbitro del VAR, Jorge Figueroa Vásquez, desaprovecharon, ya que ante la gravedad de la acción, podrían haber revisado la jugada para evaluarla mejor y, posiblemente, cambiar la cartulina amarilla por una roja.
¿Qué decir de una posible expulsión de Vinicius Jr.?
La de Vinicius Jr. fue otra expulsión que aparentemente fue perdonada en el encuentro entre el Real Madrid y el Deportivo Alavés. El delantero recibió una amonestación en el minuto 30 por protestar airadamente ante el colegiado Muñiz Ruiz, tras lo que consideró una agresión sancionable por parte del charrúa Santiago Mouriño.
En el cierre del compromiso, el '7' merengue pudo haber recibido una segunda amonestación. Cuando fue sustituido y se dirigía fuera del campo, al enterarse del tiempo añadido para finalizar el duelo (seis minutos), se burló irónicamente del colegiado por la decisión, una actitud que fácilmente podría haberle costado una segunda cartulina amarilla y, por consiguiente, su expulsión. Sin embargo, esta acción pasó desapercibida una vez más por parte del cuerpo arbitral.