Ya es oficial. Zinedine Zidane será el nuevo entrenador del Real Madrid en sustitución de Santiago Solari, cuyo crédito ha caducado al frente del Real Madrid. El club madridista ha anunciado el retorno del técnico francés hasta 2022, que se encontraba sin equipo desde que, el pasado verano, decidió poner punto y aparte a su presencia en el banquillo merengue. Ahora, regresa para escribir más párrafos en la historia del Real Madrid.
El gran damnificado será Santiago Solari, quien perdió todos los apoyos tras la 'semana trágica' en la que el Real Madrid perdió los tres títulos por los que luchaba esta temporada. Y es que el particular 'juego de tronos' en el banquillo merengue ha sido de lo más llamativo este curso. A finales de octubre de 2018, y tras un infartante 5-1 del FC Barcelona al Real Madrid en el primer Clásico de LaLiga Santander 2018-19, Florentino Pérez decidió prescindir de los servicios de un Julen Lopetegui que había llegado de forma polémica en verano, apenas unos días antes del Mundial de Rusia, para cubrir el enorme vacío dejado por Zinedine Zidane.
Desde el principio se supo que al Real Madrid le costaría horrores cosechar títulos de relevancia esta temporada, debido a la presencia de una plantilla desequilibrada y sin un goleador claro tras la marcha de Cristiano Ronaldo, quien previamente había decidido poner marcha a la Juventus de Turín y salir, así, por la puerta de atrás de un Real Madrid ganador de tres Champions League consecutivas.
El Real Madrid fue cada vez a peor con Lopetegui, y la 'manita' en el Camp Nou fue el último partido del técnico vasco al frente del equipo 'merengue'. Se habló de la hipotética llegada de Conte, Mourinho, Klopp, Pochettino y otros muchos técnicos mundialmente reputados. Ninguno aterrizó en el Bernabéu, y Florentino Pérez colocó entonces a Santiago Solari -entonces técnico del Real Madrid-Castilla- en el cargo de forma temporal.
Los buenos resultados que cosechó el Real Madrid durante los partidos posteriores, con decisiones arriesgadas como la no-convocatoria de jugadores como Isco o el protagonismo de Reguilón y Vinícius Jr, provocaron que el madridismo cada vez se ilusionara más con el nuevo técnico. También Florentino Pérez, que decidió formalizar el contrato de Solari y situarle a todos los efectos como técnico del primer equipo.
Hubo algún que otro altibajo, pero el Real Madrid empezó a remontar posiciones en LaLiga y fue capaz de hacer efectivo un espejismo habitual en algunos grandes clubes de Europa: el de ganar los partidos sin necesidad de jugar bien. Llegados al mes de febrero, el 1-1 en la ida de semifinales de Copa del Rey contra el Barça, unido al 1-2 frente al Ajax en la ida de octavos de Champions League, puso por los aires el optimismo merengue.
Se llegó a hablar incluso de 'triplete', a pesar de que el Barça llevaba meses dominando con puño de hierro la clasificación liguera. En una semana, sin embargo, se perdió todo. 0-3 en la vuelta de semifinales ante el Barça, 0-1 también frente al Barça para poner casi imposible LaLiga, y el sorprendente 1-4 contra el Ajax en el Bernabéu, que fue el colmo para un madridismo decepcionado a más no poder.
Esa misma noche, la del 1-4 ante los 'ajacied', al parecer se dieron discusiones entre Florentino Pérez y jugadores del Real Madrid como Sergio Ramos, el capitán. Y en mitad de la tensión, una premisa: que Solari acabaría siendo el gran damnificado, a pesar de que llegó a mitad de temporada e hizo lo que pudo con una plantilla debilitada y, además, con falta de motivación después de las cuatro Champions en cinco años.
El Real Madrid empieza la 'revolución' con Zidane
Ahora, tras el partido de este pasado domingo contra el Real Valladolid, Florentino Pérez ha cumplido los pronósticos al prescindir de Santiago Solari de forma oficial. El mismo técnico que ha originado las dos mejores noticias del Real Madrid esta temporada: la eclosión de Vinícius Jr y Reguilón como jugadores de presente y futuro en la alineación titular.
Pero toca una reconstrucción, y éstas siempre empiezan por el banquillo. Ahora que Solari ya no está, el Real Madrid tiene tres meses por delante para planificar con tiempo la próxima temporada con Zinedine Zidane al frente, la obligación de realizar fichajes ilusionantes y, lo que es todavía más difícil, acertar con los traspasos. El fin de un ciclo en busca de la regeneración, como suele suceder tarde o temprano en cualquier gran club. Y hasta que los títulos no vuelvan a llegar, habrá que ver quién tiene más paciencia: Florentino Pérez o el madridismo.