Zinedine Zidane sorprendió a todo el mundo apostando por los 'chavales' y salió en el Reale Arena con Vinicius Jr, Rodrygo Goes y Martin Odegaard, que redebutó con el Real Madrid. Además, el francés decidió sentar a Casemiro y puso un doble pivote muy ofensivo con Toni Kroos y Luka Modric. Con Karim Benzema de estilete, los blancos dominaron a su antojo la pelota en la primera parte frente a una Real Sociedad que tardó en entrar al encuentro.
Los madridistas tuvieron la pelota y la movieron con inteligencia, pero apenas dieron sensación de peligro. La Real aguantó bien atrás y solo las vertiginosas conducciones de Vinicius y las subidas de Ferland Mendy pusieron en apuros a la zaga de Imanol Alguacil. El brasileño volvió loco a su par, Gorosabel, y fue el protagonista de las acciones más peligrosas del equipo merengue.
Un pase del ex del Flamengo dejó solo a Karim Benzema delante de Remiro, pero el francés falló sin portero después de recortar al vasco. Los 'txuri-urdin' estaban en su peor momento, pero fue entonces cuando un gran pase de Mikel Oyarzabal permitió que Alexander Isak encarara a Thibaut Courtois, que salvó a su equipo con una gran reacción. El belga evitó con un milagroso pie que el Madrid, a pesar de ser superior, se fuera por detrás en el marcador.
En el segundo tiempo el partido se abrió y al poco de salir del túnel de vestuarios los donostiarras rozaron de nuevo el gol tras una buena jugada de Oyarzabal. Los blancos respondieron pronto al aviso de los vascos y Benzema probó a Remiro con un buen tiro con la zurda que rechazó el ex del Athletic Club. Dos oportunidades claras para ambos conjuntos que volvieron a irse al limbo, igual que las de la primera parte.
Decepcionante Madrid en el segundo tiempo
Los de Zidane bajaron el nivel físico y futbolístico en los segundos 45 minutos y eso lo aprovechó la Real para quitarse la presión de encima. Los de San Sebastián fueron a más y apretaron, pero igual que los merengues, no concretaron su posesión con ocasiones. Los dos conjuntos fueron totalmente inofensivos de cara a puerta y dio la impresión de que ninguno se mereció ganar.
El encuentro se terminaba y el entrenador madridista prefirió conservar el empate que ir con todo a por el partido. Luka Jovic, que no hay que olvidar que costó 60 'kilos', vio desde la grada como su equipo ni siquiera puso en aprietos la portería realista. El serbio no saltó al campo, pero sí lo hicieron dos canteranos blancos como Marvin y Sergio Arribas, que apenas inquietaron a la Real. Al final, empate a cero que no dejó contentos a ninguno de los dos equipos.