Por fin el Madrid se pone en la piel del Barça... ¡Que no se quejen!

Por primera vez desde el parón por la pandemia del Covid-19 la temporada pasada, al Real Madrid no le ha ayudado el VAR en varias acciones decisivas del encuentro que jugó este pasado domingo contra el Valencia, en donde se le vieron las costuras a un equipo sin ideas, fútbol ni soluciones.

El que para muchos es uno de los mejores entrenadores de la historia del conjunto merengue, Zinedine Zidane, volvió a demostrar el domingo, contra uno de los Valencias con peor plantilla de las últimas décadas, que sin las ayudas de los árbitros es incapaz de reorganizar el equipo, encontrar soluciones o dar la vuelta a un resultado complicado. Cuando el VAR no aparece, “la flor” de Zizou se marchita.

Novena jornada de liga, tanto el Barça como el Atlético de Madrid ganan sus respectivos partidos con cierta holgura. Para cerrar la jornada, el domingo a las 21 de la noche se avecina un partido clave antes del parón de selecciones, Valencia–Real Madrid. El equipo de la costa del Mediterráneo llega irregular, con muchas dudas, crisis institucional y a la ya debilitada plantilla, esta semana le venden a Kondogbia. Por parte del equipo de Concha Espina, vienen de ganar en Champions League a un difícil Inter de Milán.

No se esperaba un gran encuentro, básicamente por el bajo nivel mostrado en la liga hasta ahora y además con la idea revoloteando de que a la mínima dificultad, una ayuda del VAR decantaría como viene siendo costumbre el partido para el conjunto blanco. Pero esa noche la sorpresa vino disfrazada: tres penaltis en contra nunca antes vistos en la historia del conjunto capitalino han hecho mucho ruido. Dos manos dentro del área y un derribo claro son sancionados con falta, hasta aquí nada que objetar, según la reglamentación el resultado es correcto. Por cada infracción un penalti, pero para la hinchada madrileña esto es algo nuevo, de ahí el vocablo sorpresa... por primera vez se pita lo justo y no les dan ninguna ventaja.

Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del club, al terminar el encuentro hace gala de la caballerosidad y señorío del Madrid y sin dudarlo vuelve a cargar contra el VAR, por primera vez este instrumento de ayuda arbitral no les echa una mano y salen goleados del encuentro.

Quejas en la capital

Tanto a este señor como a toda la comunidad merengue se les tendría que decir lo mismo: basta ya. Que se dejen de quejar, que ahora se pongan en la piel de lo que les ocurre a cada uno de los equipos que jornada a jornada se enfrentan a ellos, que dejen de mirar para cualquier lado y se centren en el verde, en el terreno de juego, que es ahí donde se ganan los partidos, donde tienen jugadores que claramente no rinden como se espera de ellos, donde tienen un técnico que lo único que conoce de fútbol lo demostró cuando era jugador y se tendría que explicarles que el fútbol es mucho más que esperar a que te ayuden desde la sala VOR.

Ahora lo fácil es quejarse y sacar a relucir lo que dijo Koeman sobre las críticas al VAR, aunque no tenga nada que ver, pero la sociedad funciona así, si uno se queja el otro no puede ser menos. El Madrid es un club con una gran historia, con grandes jugadores y con una oportunidad única para servir como gran modelo para la sociedad. Dejar de culpar a factores externos, hacer autocrítica y con el sudor y esfuerzo volver a ganar un partido por méritos propios, eso sí honraría a su himno en las palabras "caballero del honor”.

La que se avecina

¿Qué nos espera esta semana? Habrá que estar atentos a la manipulación y campaña mediática que se avecina en diarios deportivos, tertulias futbolísticas y  programas radiofónicos para comandar la obtusa idea de que el arbitraje está contra el Real Madrid y que ya no se puede decir que les ayudan. Pero tranquilos, en cuanto se reanude de nuevo LaLiga y vuelvan a ganar un partido, el ruido desaparecerá.