Este domingo, el Real Madrid se puso media Liga en el bolsillo después de la victoria contra el Athletic Club de Bilbao (0-1), que era uno de los rivales más complicados que le quedaban en el calendario. Los blancos ganaron con un gol de penalti de Sergio Ramos en un encuentro en el que el VAR y el propio central andaluz fueron los protagonistas, y no precisamente para bien.
El penalti previo al tanto del defensa sevillano fue señalado con acierto por la intervención del VAR, pero el videoarbitraje no intervino en una jugada sucedida pocos segundos después, en la que el propio Sergio Ramos pisó al rojiblanco Raúl García cometiendo un penalti igual o más claro que el anterior. No sería la única jugada de la que el sevillano quedaría impune.
En una jugada sucedida en el segundo tiempo que tuvo protagonistas cruzados, Sergio Ramos propinó un golpe en la cara a Dani García que no fue sancionado. La acción fue clara y el VAR podría haber intervenido para que González González sancionase la acción del capitán del Real Madrid, pero nuevamente eludió la acción que podría haber supuesto su expulsión.
La aplicación del videoarbitraje se aplicó solamente en una dirección, que es la misma en la que se lleva aplicando desde varias semanas en los partidos del Real Madrid. El VAR no está funcionando especialmente en los partidos en los que participa el conjunto de Zinedine Zidane.
Hay que recordar que, después del partido, en la entrevista a pie de campo, le recordaron a Sergio Ramos que siguen los comentarios de favores arbitrales al Real Madrid por las polémicas que hay partido tras partido. "No le damos mas importancia, lo dije el otro día, la Liga no la vamos a ganar gracias a los árbitros, ni la va a perder otro equipo por eso", aseguró, tras asegurar que él no había cometido penalti sobre Raúl García.
Después de ello y sin que en la entrevista saliese el tema, lanzó un mensaje que parecía un claro ataque al FC Barcelona. "El que haya cometido errores debe hacer autocrítica, mirar a su jugadores, a su plantilla, no hay que darle ningún mérito. Los árbitros están para ayudar, unas veces aciertan, otras no. No creo que hagan nada predeterminado", sentenció, aunque hay imágenes que dejan claro a quién favorecen las decisiones.