El sueño del Real Madrid por fichar a Mbappé no es nada nuevo, entre complicaciones económicas, su ida al PSG y ahora la situación global que hace más cuesta arriba el tema de dinero, sigue siendo un sueño. Pero lo que sí es nuevo en este asunto es Gareth Bale, jugador galés del Real Madrid a préstamo en el Tottenham de la Premier League.
El extremo que fue héroe en la décima y en la final de Copa del Rey que Ancelotti levantó ante el Barcelona, dejó de ser estrella en el club blanco y regresó a su casa, el Tottenham, en busca de minutos y un ambiente favorable para poder seguir jugando al fútbol a sus anchas. Aunque le costó mucho adaptarse a Mourinho, ya está en lo que parece un regreso a su mejor nivel.
Luego de unas declaraciones del técnico portugués en relación al estado físico de Bale y su aparente bajo compromiso, el jugado regresó por todo lo alto dejando destellos de calidad, despliegue físico y buen fútbol, entre goles y participaciones clave en cada minuto que disputaba haciendo ver que si quiere, puede entrar en el debate de la élite.
Esta situación permite revertir un poco la situación de su futuro en primer lugar, que tras lo mostrado en los meses previos se podía intuir que ni el Real Madrid ni ningún otro club querrían contar con él para la siguiente campaña, dado lo alto de su ficha y su bajo rendimiento. Si logra mantener el momento actual, pocos clubes de Europa no voltearán a verle con interés.
Después está el Real Madrid, que huérfano de gol y de dinero en sus arcas para renovar la plantilla, puede verle como el revulsivo que necesita el club para salir del mal momento (una vez más) o lo más probable, como moneda de cambio o ingreso para acometer los fichajes que tiene en la lista, con Mbappé en primer lugar de forma clara.
Espejismo vs realidad
Pero primero debe consolidarse una vez más en el fútbol y demostrar que aquel desinterés por el esfuerzo no es más que un momento pasajero que tuvo en su carrera, para poder ser regular y dar muestras, en el Real Madrid o donde sea, del buen futbolista que puede ser y convertirse en estrella una vez más.
Luego de esto, tomar una decisión, que tal vez no sea la que esperan muchos. Su última temporada en España demostró que el galés no sufre mucho las suplencias y cual niño rebelde hizo ver su apatía en público, detonando la paciencia de Zidane, Florentino y muchos de sus compañeros.
En caso de que el Real Madrid quiera venderle o usarle como intercambio en el fichaje de Halaand, Mbappé o cualquier otro jugador, la última palabra la tendrá Bale o seguramente, su duro agente, Barnett que ha dejado en claro más de una vez que no le tiembla el pulso para defender a sus representados y no perdonará ni un céntimo.