Hace dos semanas, cuando el Real Madrid se llevó el Clásico ante el FC Barcelona (2-1) en el Alfredo Di Stéfano, justo después de ganarle al Liverpool en la ida de los cuartos de final de la Champions League (3-1), los madridistas eran el conjunto favorito a llevarse los dos títulos que estaban disputando, por su intensidad y despliegue de sus jugadores. En esos cinco días, el Madrid fue efectivo ofensivamente (con Vinicius Jr, Karim Benzema y Marco Asensio enchufadísimos) y a nivel defensivo volvieron a ser confiables, pasando por mediocampo temible para sus dos rivales.
Días después, la Casa Blanca aguantó en Anfield (0-0) y obtuvo su pase a 'semis' de la Champions y, sin brillo, se mantenían firmes. Después, comenzaron a descolgarse de LaLiga y puede que le pase factura ante el Chelsea. Lo cierto es que en cuestión de una semana, los de Zinedine Zidane empataron dos de tres partidos y, con cinco jornadas ligueras por disputar, se han bajado prácticamente del tren de LaLiga, a la espera de lo que pueda pasar ante el conjunto 'blue'.
Ante el Betis, los madridistas buscaron el gol, presionaron alto y asfixiaron de momento a los verdiblancos, que supieron mantenerse firme en los momentos más importantes. Sin embargo, el Madrid no estaba claro de lo que podía o no hacer con el balón, a pesar de que tenía a Luka Modric, Casemiro y Benzema en el campo, tres de los líderes en el equipo. Se notó, más de lo que esperaba Zidane, la ausencia de un Toni Kroos que, con pases sensacionales, puede crear peligro de donde no existe nada.
En la defensa, la buena noticia para el entrenador francés, es que las cosas están funcionando y el papel de Nacho y Militão está siendo providencial, acompañados de un Thibaut Courtois que espanta por completo el peligro y que este sábado, ante los verdiblancos, tuvo una intervención antológica para salvar a los suyos, aprovechándose también de un fallo monumental de Borja Iglesias. El gallego llegaba solo al área madridista, se confió y, cuando fue a chutar con su pierna derecha, Courtois y Modric se le echaron encima para evitar que rematara cómodo y el balón se marchó fuera.
Lo cierto es que en el Di Stéfano, así como pasó ante el Getafe, el partido estaba para el Madrid, pero se quedaron sin respuestas. Una vez más los fantasmas que han acompañado al conjunto madrileño hicieron acto de presencia en la noche que los de Zidane más necesitaban ganar para meter presión al Barça y Atleti en la clasificación. La falta de precisión en el último pase y la intensidad intermitente de los jugadores, sobre todo de los delanteros, volvió a castigar al Madrid.
El problema ofensivo sin fin
A Benzema se le puede recriminar poco. Contra el Betis generó prácticamente todo, pero estaba solo. Rodrygo y Marco Asensio estaban desconectados y las pocas oportunidades que cuajaban, se quedaban en nada por falta de decisión. Zidane miró al banquillo y su única 'solución' era Eden Hazard, que no se sabe si mejora o empeora la situación. El belga regresaba después de mucho tiempo lesionado y dejó buenas sensaciones, pero no alcanzó a ser determinante y quedó, nuevamente, con la idea de que pudo haber hecho mucho más.
Para Asensio, Rodrygo y Vinicius Jr. (que entró en la segunda parte) la situación es alarmante. Después de pasar unas semanas al 100%, el mallorquín ha vuelto a 'caer' y su papel es cada vez menos determinante, dejando a su paso muchas dudas. Con Rodrygo, aún peor. Sigue sin reencontrarse con su mejor nivel y vuelve a quedar señalado. 'Vini', que ingresó al campo desesperado por marcar, volvió a tener problemas para concretar las jugadas y falló una ocasión muy clara, después de un contragolpe, que pudo haber significado el gol de la victoria.
Cuidado con el Chelsea...
Los de Zidane no tendrán descanso y este martes volverán al ruedo con un partido de vida o muerte. Recibirán al Chelsea en el Di Stefano, por las 'semis' de la Champions League, y en esta eliminatoria podría acabarse la temporada para los madridistas, considerando siempre el gran nivel que ha mostrado el conjunto 'blue' desde la llegada de Thomas Tuchel al banquillo. Este sábado, antes de que el Madrid pinchara, los londinenses ganaron por la mínima ante el West Ham para asentarse en la cuarta plaza de la Premier League.
Y la realidad es que el Chelsea puede hacerle mucho daño al Madrid. Los ingleses han mejorado notablemente su faceta defensiva y, con unos delanteros madridistas a los que le cuesta horrores desequilibrar en el área rival, la situación puede ser muy complicada.