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Los jugadores del Legia de Varsovia celebran uno de los goles al Real Madrid

Legia Varsovia 3-3 Real Madrid

¡RIDÍCULO! El Legia bailó al Madrid, que se salvó por los pelos (3-3)

Publicación:2/11/2016 - 23:07h

Actualización:3/11/2016 - 09:57h

Lo que parecía que iba a ser una goleada en toda regla, sobre todo cuando Gareth Bale comenzó rompiendo las tablas en los primeros instantes, se convirtió en un ridículo espantoso por parte del Real Madrid ante el Legia

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Tremendo ridículo por parte del Real Madrid este miércoles en Polonia tras empatar a tres frente al Legia de Varsovia. Pero no tanto por el resultado final sino más bien por la sensación que deja tras el partido de que los locales bailaron completamente en el segundo tiempo a los blancos y tuvieron la victoria muy cerca. Lo salvó un golazo de Kovacic en los minutos finales y estuvo apunto de darle la vuelta del todo un Lucas Vázquez que estrelló un balón en el larguero en el 93'.

Antes de ello apareció Gareth Bale cuando la gente ni se había sentado en sus asientos (básicamente porque el partido se jugó a puerta cerrada) para adelantar a los merengues. No se había cumplido ni un minuto y se esperaba la goleada balsámica madridista tras haber sufrido mucho ante el Alavés y acabar venciendo a los vascos con polémica arbitral incluída. Sin embargo, nada de paseo.

Benzema ponía el segundo en el luminoso pero las sensaciones ya no eran tan prometedoras. Cristiano se excedía por "chupón" y el ataque no echaba una mano al centro del campo a la hora de replegarse. Eso supuso el uno a dos de Ofoe. El belga apareció en la frontal del área, regateó a dos defensores que le salieron a su paso y sacó un chut a la escuadra de Keylor Navas. El costarricense tampoco pudo hacer nada cuando en el segundo tiempo se colaba Radovic en el área rival y la clavaba con la puntera. 

Zidane respondía quitando a Benzema y metiendo a Lucas Vázquez pero no le saldría del todo bien. Y es que ante la desesperación de CR7, o más bien de todo el equipo por culpa del excesivo egoísmo de su compañero, aparecería Prijovic en el 80' para poner por delante a los suyos. Una remontada de libro que pudo haber pasado a la historia si no fuera por culpa de Matteo Kovacic. La épica no valió en los últimos minutos y los polacos salieron como héroes para ser recibidos por las hordas de seguidores que les esperaban a la salida del estadio. Se confirmó el ridículo y el Madrid ya no es primero de grupo.