Eden Hazard va camino de convertirse, si es que no lo ha hecho ya, en el peor fichaje de la historia del Real Madrid. El belga llegó por más de 100 millones de euros en 2019 como uno de los mejores jugadores del mundo y ahora, dos años después, no está ni entre lo 20 mejores de LaLiga. El extremo ha encadenado lesión tras lesión desde que llegó y por ahora no ha logrado ni acercarse a su mejor versión en el Chelsea o en Bélgica.

Zinedine Zidane​ sigue confiando plenamente en él y cada vez que le preguntan dice que necesita tiempo y que hay que tener paciencia. Un discurso aburrido y repetitivo que al madridismo ya no le llega. Los aficionados merengues están cada vez más hartos de su estrella y le piden rendimiento inmediato. Pero pasan las semanas y el rendimiento del ex 'blue' sigue dejando muchísimo que desear.

Por todo ello, el cabreo de los fans del Madrid con Eden va en aumento y podría haber llegado al tope este martes tras el anuncio de su ausencia en el entrenamiento. Todos los medios informaron que el atacante no había podido trabajar en Valdebebas y en 'COPE' dieron el motivo poco después. Parece ser que Hazard no pudo entrenar por "cansancio muscular", una razón que ha desatado tanto la ira como las risas del madridismo.

A estas alturas, al belga ya no le pasan ni una y para muchos ese cansancio en los músculos no es motivo de peso para no ir a entrenar. En el Madrid no quieren correr ningún riesgo con él por sus antecedentes de lesiones desde que llegó, pero esa excusa ya no vale para los aficionados. La gente pide que el extremo se deje todo en el campo y trabaje como el que más, algo que por ahora ni mucho menos se ha visto en él.

Hazard, un mal profesional desde que llegó

A Hazard le acusan de entrenar lo justo y necesario desde que aterrizó en Madrid. Además, su dieta no es la mejor, tal y como ha demostrado en las dos pretemporadas que ha hecho con el conjunto blanco. El ex del Chelsea llegó con 5 o 6 kilos de más en 2019 y también llegó algo pasado de peso en el pasado 2020. El madridismo le exige ser más profesional y tomarse su profesión más en serio, pero no parece que el futbolista vaya a cambiar su forma de ser y de trabajar a sus 30 años.

A no ser que cambien mucho las cosas en lo que resta de curso y quizás la temporada que viene, el internacional por Bélgica va a ser el mayor fracaso de la historia del fútbol. Un jugador que llegó siendo una estrella y que debía liderar al equipo está cerca de convertirse en el "hombre invisible" por la cantidad de partidos que se ha perdido durante su etapa en Chamartín.